Una red de pequeños hoteles y touroperadores ha dejado de lado el uso de desechables a base de poliestireno y de las pajillas, además de inculcar la cultura de volver a llenar las botellas con agua para que sean utilizadas más de una vez, con la idea de fomentar el turismo sostenible, lo cual ha “encantado” a los turistas nacionales y extranjeros.
Dichas prácticas enmarcadas dentro del turismo sostenible son iniciativas muy bien vista sobre todo por los turistas internacionales, menciona Pascal Lebailly, propietario del Hotel Los Almendros de San Lorenzo, ubicado en Suchitoto.
El empresario dejó de usar las botellas de plástico desde hace cinco años, introduciendo un filtro de ozono para el agua y de esa manera disminuyeron el uso de unas 720 botellas de plástico al mes.
Además, dichos hoteles han eliminado las pajillas de plástico en sus refrescos, aunque el 40 % de los clientes siguen pidiéndola, afirma.
Los meseros tienen la indicación de explicar que no se brinda pajilla por el cuidado del medio ambiente, el 60 % de los clientes lo comprende y acepta.
Los empresarios también han implementado removedores de bambú en el bar para sustituir los de plástico.
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Los touroperadores también se han sumado a la tendencia de buenas prácticas amigables con el medio ambiente.
Beatriz Flamenco, propietaria de Tours Universales y ex presidenta de la Cámara Salvadoreña de Turismo, menciona que recolectan toda la basura que se genera durante la ruta para no contaminar los lugares que visitan y se le recomienda al turista llevar su propio recipiente de agua para estar rellenándolo.
También se hace especial énfasis en el cuidado de la comunidad, los sitios culturales o bosques que visitan. El consumo de alimentos y bebidas locales es otra de las iniciativas que promueven en sus tours.
En las instalaciones de su negocio han vuelto al uso de las tazas para el café e implementan conos de papel para el agua.
Coincide con Pascal, con que en el país aún no haya una industria que responda con artículos que sirvan de alternativa para las practicas sostenibles de turismo.
Tendencia internacional
Flamenco detalla que al salir a ferias turísticas en el extranjero permite conocer prácticas que cuidan el medio ambiente, y los mayoristas de paquetes internacionales optan por contratarlas. “Miran con buenos ojos a una empresa que pueda decir que es amigable con el medio ambiente y que en sus tour hagan buenas practicas”, destaca Flamenco.
Esto se convierte en un valor agregado y abre espacios en el mercado, sobre todo con las empresas mayoristas de tours a nivel internacional, que son las que finalmente promocionan a El Salvador como destino.
Prácticas hoteleras sostenibles
Los hoteles que aplican prácticas amigables con el ambiente tampoco usan recipientes desechables a base de poliestireno en la comida para llevar, y han optado por recipientes de cartón que son entregado en bolsas de plástico reciclable.
“Buscando bien en El Salvador, se encuentran alternativas pero sería mejor un mayor esfuerzo de importar implementos biodegradables, seguro que los restaurantes los comprarían”, dice Pascal.
Desde hace ocho años el hotel tiene iluminación led en todas sus instalaciones lo cual permite un uso eficiente de la energía y un porcentaje de reducción de costos.
Según el experto, en el turista extranjero hay mejor recepción de este tipo de iniciativas que en el nacional.
Carol Baiza, propietaria del hotel Árbol de Fuego, ubicado en Antiguo Cuscatlán, afirma que también opera de la mano con el cuidado del medio ambiente, realizando prácticas como separación de basura: latas, vidrio y papel.
Posee un jardín de donde se extrae todo el desecho orgánico que se transforma en compostaje para regresarlo a las plantas como abono.
Además poseen una planta natural de tratamiento de las aguas grises que salen del hotel.
El sistema de tratamiento de aguas está compuesta de piedras de volcán y grava, encima tiene sembradas plantas y flores, ahí pasa el agua por dos días y luego llega a una cisterna para que sea bombeada y pase al sistema de riego del jardín.
La promoción del hotel se realiza a través de tarjetas de papel reciclado y en las redes sociales, de esta manera evitan el gasto en tinta y papel.
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Óscar Ortiz supervisó la obra y dijo que se dará inicio a la tercer etapa de remodelación la cual tendrá un costo estimado de 3 millones y medio de dólares.
En la oficina reutilizan el papel, cortinas, toallas o sábanas, que se pueden transformar en otros utensilios como limpiadores o forros.
Asimismo, los restos de jabón los colectan para usar en lavandería y tampoco usan desechables para alimentos, y los aceites no se echan al tragante puesto que un litro de aceite contamina mil litros de agua, menciona Baiza.
Además, los restos de comida se colectan para donar a una granja de pollos y así se evita que vayan a la cañería.
Con el uso de filtro para el agua han eliminado el uso de 5 mil botellas de plástico, al año las baterías que usan son recargables, y cuando ha pasado su vida útil las llevan a la recicladora.
En los baños de las habitaciones se rellenan los dispensadores de champú y acondicionador, con el que compran a granel así reducen la basura.
Para la limpieza usan detergentes aprobados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Poseen un tendedero solar construido con varas de madera y en el techo del hotel han creado un pequeño jardín que reduce el calor en las instalaciones.