Hace tres años existían escasos financiamientos para proyectos de energías renovables y poca experticia de la banca en este nicho de negocio; pero ahora la situación ha cambiado, asegura la Asociación Salvadoreña de Energías Renovables (ASER), la cual nació en 2012 y hoy cuenta con 17 miembros, entre pequeñas y medianas empresas.
En la actualidad, los bancos locales han comenzado a apostarle a este sector, a través de diferentes líneas de crédito, e incluso han creado departamentos especiales para la atención de este tipo de empresas, asegura el presidente de ASER, Mauricio Arévalo.
“Hay incremento en el número de bancos dispuestos a financiar este tipo de proyectos porque han visto la rentabilidad financiera de los mismos, y a la vez han capacitado a su personal (analistas de créditos y riesgos) en las diferentes tecnologías renovables”, explicó la Directora Ejecutiva de ASER, Iraida Umanzor de Salmerón.
Algunas instituciones, que según la gremial, le están apostando a los créditos de energías renovables y de eficiencia energética son: Davivienda, Cuscatlán, Atlántida, Promerica, Banco Agrícola, Hipotecario y Banco de América Central.
Líneas específicas
Promerica, por ejemplo, apoya las iniciativas sostenibles gracias a una línea de crédito verde que le otorgó el Banco de Desarrollo Holandés (FMO) en julio de 2017.
El fondo fue concedido por un total de 20 millones de dólares. A la fecha, el banco ha financiado cuatro proyectos por una suma de 5 millones de dólares , informó el presidente de Promerica en El Salvador, Eduardo Quevedo.
“Hemos apoyado proyectos de energía solar y de eficiencia energética que tienen que ver con la protección del medio ambiente”, comentó Quevedo.
Desde mediados del año pasado, Promerica también cuenta con una línea de Garantías de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés). Esta garantiza los proyectos energéticos hasta en un 70%.
“La línea de garantías es precisamente cuando la empresa carece de las mismas, y se les ofrece este programa. Esto significa que si se otorga un crédito 100 mil dólares, el riesgo de hasta el 70% del monto es cubierto por USAID en casos de fracasar. Con eso, la agencia busca impulsar más proyectos energéticos”, explicó Quevedo.
Otra de las instituciones que en los últimos años ha venido apoyando a las empresas de ese rubro es el Banco
Agrícola, que justo la semana pasada lanzó “Cupo Verde”, una nueva alternativa de financiamiento para proyectos empresariales sostenibles.
“Cupo Verde es un fondo reservado de 40 millones de dólares para acompañar proyectos de eficiencia”, dijo el Presidente Ejecutivo de Banco Agrícola, Rafael Barraza, en un comunicado de prensa emitido con ocasión del lanzamiento.
“Según datos de la International Renewable Energy Agency, en los últimos cinco años América Latina creció un 133% su capacidad instalada en energía renovable, especialmente en geotérmicas, eólicas, biomasa y plantas solares”, agregó el presidente ejecutivo.
Las empresas que obtengan el financiamiento de Cupo Verde tendrán beneficios, como tasas competitivas y mejores plazos, explicó la Vicepresidenta de Banca de Empresas y Gobierno del Agrícola, Ana Cristina Arango.
Con estos fondos, el banco financiará tres tipos de proyectos: de eficiencia energética (cambio de luminarias y aires acondicionados, sustitución de motores de calderas antiguas y aislamiento térmico); generación de energía solar, eólica, biodigestores y energía renovable no convencional, y medidas de sostenibilidad o finanzas para cumplimiento de programas de compensación ambiental.
El Banco de América Central (BAC) también reporta crecimiento en la cartera de créditos para energías renovables, (proyectos fotovoltaicos grandes y para autoconsumo), tal como lo confirmó el gerente de Banca de Empresas de la institución, Rodrigo Menéndez.
Otra fuente de financiamiento para proyectos sostenibles en el país es el Banco Atlántida, que según su portal web, ofrece los EcoCréditos, un producto diseñados para impulsar inversiones en eficiencia energética, energía renovable y medidas de protección ambiental.