El tema de sostenibilidad, eficiencia energética y competitividad en el quehacer productivo del país cada vez cobra más auge, y para responder a esa necesidad, Banco Agrícola, desde el rubro financiero ha creado un producto crediticio orientado a las necesidades de la mediana, pequeña y gran empresa del país.
Estas prácticas benefician a nivel económico porque ahorran recursos, en el área ambiental y reducen la emisión de carbono y, a nivel social, generan nuevas oportunidades de negocios, mencionó Emperatriz Mayorga, gerente de Sostenibilidad de Banco Agrícola.
Por esa razón nació el Fondo Verde por $40 millones, con fondos propios del banco, orientados a financiar proyectos enfocados en la sostenibilidad, lo que va a en línea con la estrategia bancaria.
Dentro de este fondo hay tres categorías: una de eficiencia energética enfocada en cambio de luminarias, motores eficientes y calderas, para las cuales existe un monto máximo de $1 millón para un plazo de cinco años por proyecto.
Además, se encuentra la categoría de energía renovable para proyectos de generación eléctrica con fuentes renovables (fotovoltaico, eólico y biodigestor), con un monto máximo de $5 millones para un plazo de 10 años.
La última categoría va a orientada a proyectos ambientales para el tratamiento de aguas residuales y para mitigar el impacto en el medio ambiente, con montos de hasta $150 mil a un máximo de 5 años para el cliente.
Asimismo, Banco Agrícola tiene reservados $20 millones del Fondo Verde para proyecto productivos que buscan la sostenibilidad.
Dichos créditos poseen condiciones preferenciales en plazos y tasas de interés.
De acuerdo con las fuentes, el Fondo Verde está orientado a todo tipo de empresas, ubicadas a nivel nacional, que quieran aplicar a este tipo de iniciativas.
En este momento existe demanda en el mercado de proyectos de sostenibilidad que vienen a competir con los proyectos de inversión que antes tenían las empresas, y eso debería dinamizar el mercado y generar más oportunidades, mencionó Carlos Palacios, de la empresa Solaire que promueve este tipo de inversiones entre sus clientes.
Agregó que una de las ventajas de esta clase de proyectos, sobre todo si se desarrollan en un parque industrial, es que se le puede brindar a sus ocupantes la facilidad de que no dependerán de la variación de la tarifa energética o del precio del crudo.
“Cuando hacen el análisis, con un crédito tradicional es muy difícil poder hacer viable el proyecto, y esta apertura al buscar estructuras realmente diferentes es lo que todos los clientes quieren realmente y lo ven muy viable, hablando de los plazos”, mencionó Palacios.
Competitividad
Destacó que según las tendencias del mercado tener como matriz energética una fuente renovable se convertirá en un requisito para abrir mercados a nivel internacional.
En ese sentido, Banco Agrícola ya ha puesto en marcha estas iniciativas que alimentan o hacen eficiente el uso de la energía, la meta es compartirla con sus clientes y que esto se replique, mencionó Mayorga.
De esta manera, las empresas se vuelven más competitivas si garantizan su matriz energética sin depender de los precios del petróleo o de los niveles de agua en las centrales hidroeléctricas, sobre todo tomando en cuenta los cambios climáticos a los que está expuesto el país.
Adicionalmente, este producto se convierte en una ventaja para que la inversión en renovación de la iluminación o la fuente de la matriz eléctrica se convierta en una reducción de costos, además de una ventaja competitiva, detalló Mayorga.
La generación energética y la sostenibilidad es un tema por el que la empresa se pregunta cada vez más, pues se preocupa por tener una producción sostenible.
La idea es que las empresas conozcan la manera de sacar mayor eficiencia productiva a su generación energética, recalcó el gerente.
“Hemos llegado a un punto en que responden las empresas (a este tipo de financiamiento) porque ven el ahorro económico que representa y que es un elemento rentable”, destacó Carlos Palacios, por su parte.