Los drones se han incorporado a casi todos los oficios que el hombre puede desarrollar, y la agricultura no es la excepción, un sector en donde dichas máquinas voladoras ya se utilizan en El Salvador para regar con agua una manzana de terreno, agregar pesticidas a una plantación o echar fertilizantes a un cultivo.
Con este tipo de tecnología, para regar una manzana de plantación una persona trabaja desde las seis de la mañana hasta el medio día, y luego se dedica la tarde a tareas personales o sus cultivos; pero con un drone la tarea de riesgo se realiza en 10 minutos .
Sin embargo, echar a andar nuevas tecnologías en la agricultura no significa que disminuirá la necesidad de contar con personal en los campos de cultivos, mencionó Rodrigo López, gerente general de DronTek.
“Ahí ya hay un salto abismal de lo que se puede hacer ”, apuntó.
Según el experto no se puede comparar el alcance y trabajo que realiza una avioneta versus un drone; empero con un drone se puede hacer agricultura de precisión, y se puede regar agua o pesticidas justo donde el cultivo lo necesita.
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Con dicha tecnología, afirma López, se cuenta con el servicio de análisis y monitoreo del cultivo, es decir se eleva un drone que hace el trabajo; recorre todo el cultivo, toma una serie de fotografías con sensores especializados y se conoce el porcentaje de agua que se necesita.
El drone posee un sensor con el que toma diferentes fotografías que le permiten identificar la coloración, y que brinda además índices de posicionamiento y las necesidades de abono, agua o pesticidas que requieren las plantas para mantenerse sanas y productivas.
Foto EDH/ Menly Cortez
Asimismo, mediante el reconocimiento visual se puede tener indicios de qué plagas están afectando la planta, con la ventaja de contar con la posición geográfica de donde están las especies afectadas, y ahorran tiempos e impactos, además de que el software de la máquina contará con la información de respaldo para futuras ocasiones.
“Porque está alimentado con información de base para conocer diferentes plagas”, destacó López.
Impactos en el agro
El uso de esta tecnología también busca reducir el impacto en el medio ambiente por que no perjudica al jornalero con el uso de pesticidas, por ejemplo, y reduce la contaminación de los mantos acuíferos.
“Se evita ese tipo de contaminación y su impacto y es una agricultura mucho más sana, más verde, porque cae precisamente en las plantas, el pesticida y el producto”, destacó el profesional.
La eficiencia es otro de los baluartes del uso de los drones porque se le saca máximo provecho a la capacidad de litros del agua.
Con el drone se puede regar a ras del cultivo o a unos 50 centímetros del suelo, de esta manera se focaliza mejor y en 10 minutos se puede hacer el riego de agua o pesticida en una manzana de terreno, y en media hora se puede realizar el análisis de terreno.
El equipo trae su propio control remoto, para que quien lo opera esté pendiente de si en el entorno hay algo que pueda afectarle como una bandada de pájaros, árboles u otro obstáculo.
Asimismo, los drones a través de las cámaras toman fotografías que captan el color que permite ver la cantidad de luz que está absorbiendo la planta.
El servicio de drone por riego de agua o pesticida, más IVA, cuesta alrededor de $13 por manzana.
Foto EDH/ Menly Cortez
Además este tipo de tecnología permite llegar a zonas accidentadas donde no puede llegar una persona con bomba o una avioneta.
También se convierte en una opción para riego de madurantes, pesticidas o agua en zonas pequeñas, donde una avioneta no es viable por los altos costos versus los beneficios.
Esto permite mayor optimización del tiempo porque hay personas que cultivan unas cien manzanas de caña, por ejemplo, y si lo hacen con recurso humano se tardarían hasta una hora en riego.
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El recurso humano en este tipo de plantaciones cada vez es menor, pero puede ocuparse para hacer otro tipo de tareas con lo cual los drones vienen a ser un complemento.
“Aplicar foliares en la caña si lo quiere hacer una persona es bien difícil y con el drone se es más preciso y con mejores resultados”, mencionó, Carlos Cornejo, quien posee parcelas de producción de caña en el cantón El Progreso de San Miguel.
El agricultor destacó que este tipo de tecnología le permitió producir 30 % más de azúcar por manzana, gracias que ha podido tratar terrenos con difícil acceso.
Para el producto, con base a los bajos precios del mercado global del azúcar y la baja en los incentivos financieros, esta metodología es una ventaja porque incrementa la producción de azúcar por manzana de caña cultivada. “Se debe tomar en cuenta que el drone nos puede dar un parámetro de cuanto tenemos en producción, tomando en cuenta que en caña el rendimiento se mide por metros lineales y de forma manual es impreciso, pero con los sensores es más exacto”, dijo.
Este tipo de tecnología brinda la oportunidad de aplicar foliares, abonos, pesticidas o agua en zonas con tendidos eléctricos, escuelas o cerca de pozos, sin afectarlos, porque los drones hacen su trabajo a baja altura, concluyó Cornejo.