“En su currículo dice que es bachiller, pero no está el diploma”. “La verdad, solo llegué a sexto grado”. “Pues uno de los requisitos para que trabaje en esta empresa es que quiera superarme y seguir estudiando”. Estas son frases que forman parte de las historia de algunos colaboradores de League, una maquila que desarrolla un programa de Responsabilidad Social Empresarial enfocado en el desarrollo de sus empleados.
Graciela Fontg representante de League, que está ubicada en el Parque Industrial American Park, en La Libertad, explica que la empresa no puede simplemente tomar al empleado como una herramienta para fines económicos, ya que “el empleado vive una realidad y no puede simplemente dejarla fuera al entrar a la empresa, hay que preocuparse por el otro”, afirma.
En ese sentido, Fontg comentó que incentivan a sus colaboradores a seguir estudiando por medio de su programa de Educación Básica de 1º a 6º grado (hay personas sin ningún tipo de estudios) por medio del Ministerio de Educación, y de 7º grado a 2º año de bachillerato, por medio de la ONG CIDEP.
Luego siguen en el programa que desarrolla la empresa con la Universidad Don Bosco denominado “Convenio de Educación Universitaria League-UDB”, que inició en enero 2016 y que a la fecha ha graduado a 36 empleados en las carreras de Técnico en Ingeniería Mecánica, Electrónica y Biomédica. El próximo año se graduarán jóvenes en el conocimiento de Aplicaciones Móviles .
“Vivimos una realidad difícil, pero no podemos hacerla a un lado y hacer como que no pasa nada. Se necesita conocer al entorno, qué necesidades tienen nuestros colaboradores, qué oportunidades podemos crear para que se desarrollen. Pero no les regalamos nada, el estudio ellos se lo pagan, solo les llevamos la universidad a la empresa”, detalla Fontg, quien agrega que el “asistencialismo no es sostenible”.
Para Claudia Cruz, miembro de la Junta Directiva de la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas) echar a andar este tipo de proyectos “sí impactan de manera sustancial positiva a la comunidad, la innovación y el liderazgo son factores clave, y además tener la visión de responsabilidad social”.
Cruz agrega que el punto es tomar la iniciativa y la falta de recursos no puede ser una excusa. “Muchas empresas creen que para la Responsabilidad Social Empresarial se necesita tener mucho dinero, y no, lo que se necesita es un líder comprometido, que pueda generar cambios e impactos grandes con esa visión de sostenibilidad”, concluye.
La visión que promueven Fundemas y empresas como League va más allá de pintar un muro y tomarse la foto, “ya que llevan el principio de crear oportunidades, para que no tengan que migrar”.
De izq. a der.: Claudia Cruz, directiva de Fundemas y presidenta de Voces Vitales y Graciela Fontg, representante de League. Foto EDH / cortesía.
Desarrollando oportunidades
La empresa League inició en el Parque industrial American Park en 2009 y empezó con su programa de Guardería para los niños de los empleados en octubre 2010 ya que muchas madres que necesitaban trabaja y estudiar no tenían quien les cuidara sus hijos.
Ahora la guardería es un Centro de Desarrollo Infantil manejado por American Park y al cual tienen acceso los colaboradores de todas las empresas que lo conforman, detalló Graciela Fontg.
Para empresas como League no hay un “hasta aquí”, ya que siguen creando programas de RSE, como el de clases de inglés para los empleados además de una cooperativa de ahorro y créditos y esperan que más empresas adopten este tipo de modelos.