Cervezas Regia y Suprema tienen nuevo dueño

Con la venta, AB InBev y SABMiller (La Constancia) cumplen la condición para fusionarse y operar en el país sin riesgo de crear monopolio en el mercado.

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Superintendencia de Competencia anunció ayer que Cervecería Salvadoreña S.A. de C.V. cumple con los requisitos para adquirir las marcas Regia y Suprema.

Por Vanessa Linares

2018-06-19 6:33:11

Las icónicas cervezas Regia y Suprema ya tienen nuevo dueño. La Superintendencia de Competencia informó este martes que Cervecería Salvadoreña cumple con los requisitos para adquirir ambas marcas y comenzar a producirlas en el mercado nacional.

Concretar la venta de las cervezas era la condición que el ente regulador puso al gigante cervecero belga AB InBev para fusionarse con la compañía británico-sudafricana SABMiller, propietaria de Industrias La Constancia (ILC) en El Salvador.

El nuevo competidor que ingresa al mercado cervecero salvadoreño es una sociedad de capital salvadoreño-guatemalteco que se constituyó el 31 de agosto de 2017. Según la Superintendencia, Cervecería Salvadoreña “es una sociedad que se dedica a la producción, distribución y comercialización de productos cerveceros, insumos industriales y productos de consumo humano”.

De acuerdo con el presidente de la nueva empresa, Rolando Simán, la compañía es liderada por empresarios con más de 30 años de experiencia en el mercado de consumo masivo en Centroamérica; aunque se negó a especificar quiénes son los accionistas y cuál será el plan de inversión y mercadeo.

“Vamos a ser un un sólido competidor en este mercado (…) fortaleciendo la identificación y el orgullo que Suprema y Regia representan para los salvadoreños”.

Rolando Simán, presidente Cervecería Salvadoreña

“Vamos a ser un un sólido competidor y actor clave en este mercado (…) estamos seguros de que vamos a superar las expectativas del consumidor fortaleciendo la identificación y el orgullo que Suprema y Regia representan para los salvadoreños, manteniendo el mismo sabor y calidad que les han caracterizado”, aseguró Simán.

El representante solo adelantó que, incluida la construcción de la planta, la empresa contratará a alrededor de 400 personas y que si bien Regia y Suprema serán “el enfoque y pasión” principal de la cervecera, la empresa contará con un portafolio complementario de marcas internacionales.

En los próximos 45 días, los contratos serán firmados y Cervecería Salvadoreña tomará total control de las marcas.

El superintendente, Francisco Díaz, explicó que a finales de 2015, en cuanto se tuvo la noticia de que una de las gigantes de la cervecería estaba comprando a otra gigante, la SC supo que en el mercado salvadoreño la fusión crearía un casi monopolio en el mercado cervecero, de manera que “iba a desaparecer la poquita competencia que venía haciendo la compradora a la vendedora con las marcas extranjeras”.

“Optamos por esta propuesta porque es la que más se alineaba a los objetivos comerciales, valorizaba nuestras marcas y cumplía los requisitos para ser aprobada”.

Aldo Vallejo, vice presidente ILC

El Art. 33 de la Ley de Competencia señala que las concentraciones que impliquen la combinación de activos totales que excedan a $219 millones (equivalente a 50,000 salarios mínimos anuales urbanos en la industria), o que los ingresos totales de las mismas excedan a $182.5 millones (60,000 salarios mínimos anuales urbanos en la industria) deben solicitar autorización previamente a la Superintendencia.

De esa manera, cuando AB InBev pidió a la SC su aval para comprar a SABMiller en El Salvador, el Consejo Directivo de la SC resolvió que para “compensar los efectos dañinos estimados” la empresa debía “desinvertir activos suficientes para el nacimiento o fortalecimiento de un competidor”. Ese plan de desinversión de AB InBev implicó la venta de Regia y Suprema.

La SC estableció que el comprador de Regia y Suprema debía ser independiente y no tener ninguna vinculación con AB InBev; contar con un portafolio estratégico complementario; adquirir ambas marcas; tener control sobre una fuente independiente de suministro; y contar con los antecedentes, la fortaleza y los incentivos necesarios para competir efectivamente en el mercado.

“La desinversión de Regia y Suprema (...) condicionamiento impuesto por la SC, pretende evitar un cuasi-monopolio en el mercado cervecero, protegiendo a la economía y al consumidor”.

Francisco Díaz, superintendente

Así, en un lapso de nueve meses, entre el 2 de enero y el 12 de septiembre de 2017, AB InBev realizó el procedimiento para la selección del comprador de las cervezas; y de cuatro empresas, escogió a Cervecería Salvadoreña.

“Había empresas de todo tipo, de diferentes orígenes. Optamos por esta propuesta porque es la que más se alineaba a los objetivos comerciales, valorizaba nuestras marcas y cumplía con los requisitos de la SC para ser aprobada”, dijo Aldo Vallejo, vicepresidente de ILC.

El plan de desinversión propuesto por AB InBev incluye un periodo de transición de tres y hasta seis años, contados a partir de la venta de las marcas, durante el cual Cervecería Salvadoreña podrá acceder a la infraestructura de La Constancia para la producción de Regia y Suprema y a su red de distribución.

¿Por qué se vendieron?
15 noviembre 2015

Los gigantes cerveceros AB Inbev (belga) y SABMiller (británica y propietaria de La Constancia) anuncian fusión a escala mundial.

5 febrero 2016
Empresas presentan solicitud de autorización de concentración ante la Superintendencia de Competencia (SC) salvadoreña.

26 agosto 2016
Basada en principios de protección de sana competencia, Superintendencia impone condiciones para la fusión.

7 diciembre 2016
SC aprueba plan de desinversión de AB InBev en el que propuso la venta de marcas Regia y Suprema.

13 septiembre 2017
AB InBev presenta propuesta de comprador con cuatro documentos contractuales. Se elige a potencial comprador.

13 junio 2018
La SC concluyó su evaluación y aprobó la propuesta de Cervecería Salvadoreña como comprador.