Sesenta años se dicen rápido pero no dan cuenta de todo el esfuerzo, el trabajo y las iniciativas que la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) ha empujado a lo largo de este lapso, no solo para posicionarse como una de las principales gremiales empresariales del país sino también como un motor en defensa de la libre empresa y del impulso del quehacer industrial en general.
En 1958, un grupo de empresarios industriales unió esfuerzos y dio vida a la ASI, anticipándose al Mercado Común Centroamericano, con la visión de propiciar el crecimiento de la industria y velar por los intereses del sector.
La industria salvadoreña es una de las bases principales para impulsar el desarrollo y la reactivación económica nacional. Es por eso que la Asamblea Legislativa reconoció, en el año 2014, la importancia del sector al decretar el 12 de junio de cada año, el Día Nacional de la Industria.
Es indudable que el aporte de este sector va más allá del porcentaje de su aporte al producto interno bruto, al pago de impuestos y tasas y a otras actividades comerciales, burocráticas y tributarias. “A pesar de todos los obstáculos que enfrentamos en la actualidad, la industria sigue siendo el Motor de la Economía, juntos trabajadores y empresarios producimos el 96% de todo lo que El Salvador exporta, representamos el 16% del PIB, generamos el 40% de los empleos y aportamos el 40% de los recursos del estado”, señaló el presidente de la ASI, Eduardo Cader.
Para honrar este aporte de la industria, desde 1959, la ASI reconoce públicamente a representantes del sector empresarial que se distinguen por sus esfuerzos o actos extraordinarios a favor de la industria aportando innovación tecnológica, generación de empleo, servicio a la comunidad, desarrollo empresarial, novedad productiva y respeto al medio ambiente, a través de el Premio ASI, en las categorías Premio ASI 2018, Premio Benefactor y Premio Emprendedor, que este año se entregarán en el marco de la celebración del sexagésimo aniversario, el próximo 14 de junio.