La situación fiscal durante la administración de Sánchez Cerén no ha sido la más feliz: la deuda pública se incrementó sustancialmente, se crearon una serie de nuevos impuestos y el país está a la espera de un ajuste fiscal que le ponga disciplina a las cuentas públicas.
En primer lugar este gobierno puede jactarse de haber aumentado los ingreso tributarios, que pasaron del 16.7 % en 2014 al 17.8 % en 2017.
Acá se resalta que el incremento de los ingresos tributarios fue de $714 millones desde 2014 al primer trimestre de 2018; mientras que en el mismo periodo, los gastos totales del Gobierno fueron de $716 millones.
El analista económico, Mauricio Choussy, sostiene que si bien era importante elevar la carga tributaria, “buena parte del incremento de los ingresos tributarios se ha malgastado en la contratación de funcionarios públicos, en un incremento del despilfarro y en mayores niveles de corrupción”.
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El presidente de la Camarasal dijo que el gobierno debe analizar medidas de seguridad.
Sostiene que el destino del aumento del gasto público, año tras año, ha sido la contratación de más empleados públicos, que en la mayoría de los casos no poseen las calificaciones para desempeñarse en sus puestos, sino que únicamente llenan los requisitos de ser militantes del partido de Gobierno.
También critica que varios tributos fueron mal diseñados, como el impuesto a la telefonía y el de las operaciones financieras, que a juicio del Fondo Monetario Internacional (FMI), y algunos analistas, son distorsionantesy dañinos para la economía.
El expresidente del Banco Central de Reserva,, Mauricio Choussy, sostiene que mucho del gasto público se ha despilfarrado.
La deuda pública se disparó
Otro tema que vale la pena destacar es que en los indicadores de deuda pública subieron de el 68 % a un 75 % del PIB, colocando al país en una situación muy complicada que obliga a nuevos ajustes fiscales, en línea con las recomendaciones del FMI.
El economista, Rigoberto Monge, advierte que la deuda pública total pasó de $15,699 millones en 2014 a $19,033 millones en el primer trimestre de 2018. “Significa que la deuda se incrementó en $3,342 millones, un endeudamiento promedio anual de $836 millones, que es con lo que ha venido jugando el Gobierno con la emisión de Letras del Tesoro (Letes)”, dijo.
FMI sugiere a El Salvador que consolide sus finanzas
El organismo también recordó que hay que hay que reducir los trámites burocráticos para mejorar la inversión privada en El Salvador.
Además, las remesas aumentaron $966 millones, pero el gasto de Gobierno subió en $623 millones, con lo cual las remesas podrían estar cancelando el aumento del gasto estatal.
Choussy señala también que el tema en que el gobierno se coronó fue en el “default selectivo” en que cayó el año pasado, al no pagar un vencimiento de pensiones, lo cual afectó la reputación crediticia de El Salvador y daño la economía.