La moda es el nuevo nicho económico al que decenas de diseñadores le están apostando en el país.
Aunque todavía es una industria incipiente, la moda ya está creando una red de empleos que van desde los artesanos y costureros- que elaboran zapatos, bolsos y ropa-hasta los expertos en marketing y logística, que logran montar coloridas pasarelas y vender el producto en tiendas y redes sociales.
A nivel global, esta industria representa el 2% del Producto Interno Bruto del mundo, una cifra que sobrepasa el trillón de dólares (miles de miles de millones) y sus sub industrias también manejan millones de dólares.
La industria de ropa femenina, por ejemplo, está valorada en más de $621 mil millones y la de hombres, en $402 mil millones. La ropa deportiva también mueve más de $90 mil millones, según la página web de estadísticas de moda Fashion United.com.
Estados Unidos, España, Italia y Francia lideran esta industria, pero América Latina también va en ascenso.
Foto/ Archivo
En El Salvador, este rubro va creciendo poco a poco, a medida que surgen más emprendedores.
Aún no hay cifras estimadas sobre el dinero que mueve en el país o el número de empleos que genera cada año, pero lo cierto es que los diseñadores van ganando terreno tanto a nivel nacional como internacional.
Muestra de ese despegue comercial son las pasarelas de moda que se están organizando con más regularidad así como la oferta de diseños locales que se ofrecen a través de la web.
René Barrera, productor y director del Mercedes Benz Fashion Week, una de las plataformas más exclusivas al hablar de moda, asegura que antes solo se mostraba una colección de modas por año pues no había mucha oferta.
Pero desde hace algunos años, los diseñadores han comenzado a mostrando de 2 a 3 colecciones anuales en época de verano y holiday (Navidad). Adicionalmente se están haciendo diversas pasarelas organizadas por centros comerciales, almacenes o eventos privados en los que se muestran colecciones específicas.
Estefanía Lacayo: “La industria de la moda tiene gran potencial en América Latina”
En noviembre se realizará el Latin American Fashion Summit, que pretende reunir, exponer y formar a los emprendedores de esta industria.
Y cada vez más hay plataformas en las que mostrar la creatividad de los diseñadores. Mercedes Benz Fashion Week, Kaleidoscopio, Opulencia Pipil y otros son algunos de los que se están haciendo con más constancia.
Y los diseñadores no se quedan en las pasarelas. Personas como Mónica Arguedas o Geraldine García ya están vendiendo sus creaciones en sus respectivas tiendas. Mulieri (zapatos) también tiene cuatro tiendas en las que vende sus diseños y otros emprendedores están sacándole provecho a las redes sociales para comercializar sus productos.
Los diseñadores se están dirigiendo, sobre todo, al diseño de bolsos y ropa femenina.
Elevar la calidad
Pero aunque hay muchos emprendimientos relacionados a este rubro, muchos de ellos no logran despuntar porque su calidad es muy baja. “La moda es aspiracional”, afirma Barrera.
Según el profesional de la moda, uno de los puntos esenciales para que la industria crezca es que los salvadoreños consuman los diseños locales y reconozcan que éste es personalizado, exclusivo.
Colombia, por ejemplo, se ha colocado muy bien a nivel internacional. Con su feria anual Colombiamoda, este país logra atraer a más de 13,000 compradores para hacer alianzas comerciales con reconocidos diseñadores que muestran más de 600 marcas líderes de todo sus sistema.
Barrera cree que El Salvador aún está muy lejos de ser como Colombia. “Estamos muy distantes a un nivel como Colombia, pero muchos diseñadores salvadoreños tienen mucho potencial para llegar a eso”, dijo.
En esta industria la calidad es clave para lograr destacar con diseños creativos que destaquen a nivel mundial.
Jacqueline Suriano. Fotografía/ Lissette Monterrosa
Jacqueline Suriano exporta sus carteras y genera empleos en el país
Jacqueline Suriano es una joven diseñadora de bolsos exclusivos que ya está exportando sus productos, sobre todo a Estados Unidos.
Con apenas 27 años, Suriano ya estableció una pequeña empresa en 2014 y a través de ella está dando empleo a más de 10 personas que le ayudan a elaborar sus diseños y a venderlos en el exterior.
Jacqueline se fue hace seis años a estudiar moda en el exterior y ahora que regresó, asegura que hay muchos más diseñadores emergentes de los que conocía antes de irse.
“La industria de la moda tiene mucho potencial”, afirma.
Dice que eso le emociona pues nunca creyó que El Salvador iba a mostrar un rostro tan creativo y productivo en este rubro.
Sin embargo, cree que aún no se explota en su totalidad.
“Muchos diseñadores no saben coser o no han estudiado esto”, afirma Suriano, para quien la calidad es imprescindible si se quiere crecer en esta industria tan competitiva.
Y en El Salvador las carreras sobre diseño aún no despuntan a un nivel superior. La Universidad Matías Delgado y la Universidad Francisco Gavidia son las únicas que ofrecen carreras afines al diseño y los grandes potenciadores hoy día son las pasarelas que muestran la creatividad de los emprendedores.
Sin embargo está convencida de que hay futuro para la moda en el país.
Aunque también reconoce que la industria de la moda es difícil en un país con poco poder adquisitivo. Por eso es que la mayoría de sus carteras son vendidas en Estados Unidos.
“Afuera hay más poder adquisitivo. La gente compra más ropa o accesorios de diseñador que en El Salvador. Pero es un reto que hay que trabajar. Para que esta industria crezca la gente debe comprar más diseño local”, afirma.
En este país sus diseños se venden en 7 tiendas diferentes y luego Jacqueline ha enviado otros diseños a Berlín, en Alemania y otros destinos de Europa, que han sido pedidos exclusivos.
En esto de las ventas su gran aliado ha sido el internet pues a través de su página web y de sus redes sociales muestra todas sus colecciones al mundo y logra comercializarlas.