Trabajadores de PDVSA, en Venezuela, se desmayan por el hambre

Están tan débiles que ya no pueden hacer labores pesadas en la petrolera venezolana.

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PDVSA es la empresa estatal que extrae y refina el petróleo. Sus trabajadores también se están muriendo del hambre por la crisis alimentaria. / Foto Por Archivo

Por Agencias

2018-02-25 7:42:06

La hambruna se ha agravado tanto en Venezuela que hasta los mismos trabajadores de la petrolera estatal PDVSA están renunciando a su trabajo al no tener energías para hacer tareas pesadas.

La agencia Bloomberg detalla la historia de Pablo Ruiz, un trabajador de una refinería en Puerto La Cruz, que gana 110,000 bolívares (alrededor de 50 centavos de dólar al tipo de cambio del mercado negro) que solo le alcanzan para comprar menos de dos libras de arroz o harina de maíz.

La única proteína que consume procede de 170 gramos de atún en lata comprendidos en una caja de alimentos que proporciona el gobierno a las familias de bajos ingresos y que se distribuye cada 45 días. “Hace dos meses que no como carne”, dijo. “La última vez que lo hice gaste todo mi salario semanal en una comida con pollo”.

De acuerdo con la publicación, el hambre acelera la ruina de la industria petrolera venezolana dado que los trabajadores están demasiado débiles y hambrientos para realizar tareas pesadas. En momentos en que mueren niños de desnutrición y los adultos revuelven la basura en busca de sobras, la comida se ha vuelto más importante que el empleo, por lo que miles de personas no se presentan a trabajar.

Video: Venezuela: El drama de los anaqueles vacíos

El ausentismo y las renuncias masivas significan que son pocos los que quedan para producir el petróleo que mantiene en funcionamiento una economía ya muy deteriorada.

Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), la compañía petrolera estatal y eje económico del gobierno, ha quedado sumida en el caos en tanto las autoridades reemplazan a gerentes expertos por personas leales que derivan los ingresos a programas sociales y a una extendida corrupción.

La producción se redujo a la mitad en los últimos 16 años. La producción diaria declinó a 1.77 millones de barriles en enero, en comparación con un pico de 3.34 millones en 2001.

Buena parte del decline obedece a la falta de dinero para mantenimiento y exploración. En los últimos tiempos, sin embargo, también es consecuencia del hambre.

Los venezolanos tienen que buscar comida en los basureros.

Una encuesta de tres universidades venezolanas que se difundió el miércoles determino que más del 64 por ciento de la población bajó de peso en 2017 un promedio de 11 kilos (25 libras). Más del 61 por ciento de los consultados dijo que se había ido a dormir sin comer en los últimos tres meses.

Iban Freites, un dirigente sindical de PDVSA que tiene una posición critica en relación con el régimen de Nicolás Maduro, dijo hace una semana que en el estado de Zulia 12 trabajadores desnutridos se desmayaron en noviembre y diciembre y que se los había tenido que retirar de las plataformas de perforación para proporcionarles tratamiento. Todos los días hay nuevos casos, añadió.

Marianella Herrera, médico al frente del Departamento de Salud y Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, dijo que las autoridades de salud locales recomendaban consumir 2,300 calorías diarias. Desde 2015, cuando empezó a sentirse el deterioro de la economía, los investigadores determinaron que parte de la población rural consumía apenas 400 calorías por día, dijo, una dieta “anémica” de granos, arroz y tubérculos.

John Hoddinnott, un especialista en nutrición y profesor de Economía Aplicada de la Universidad Cornell, dijo que las personas que hacen trabajos pesados necesitan un mínimo de 3,600 calorías diarias. Cuando el consumo es menor, al principio solo bajan de peso. Luego, “simplemente no pueden trabajar tanto”, dijo. “Es un proceso gradual, pero que a largo plazo puede tener consecuencias muy graves”.