En un lapso de 4 meses, cinco agencias calificadoras de riesgo y análisis financiero internacional han señalado las inconsistencias que el gobierno de Nayib Bukele ha tenido no solo en sus proyecciones de crecimiento económico y Presupuesto General de la Nación 2022, sino además la falta de un plan estratégico y medidas económicas recientes como los bonos Bitcoin.
El 29 de julio, Moody’s Investors Service (“Moody’s”) rebajó “las calificaciones del país desde B3 a Caa1” y advirtió sobre las “polémicas políticas” adoptadas por Bukele.
En agosto, la calificadora de riesgo Fitch Ratings, con sede en Nueva York, EE.UU., señaló en su informe que las necesidades fiscales y financieras hechas por el ministerio de Hacienda fueron subestimadas y que los pronósticos de ingresos para el 2022 que maneja el gobierno de Bukele “no son realistas”.
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En octubre, la calificadora Standard and Poor’s (S&P) degradó la perspectiva de El Salvador de “estable” a “negativa” y mantuvo la calificación crediticia de largo plazo de “B-“ advirtiendo la alta brecha financiera que hay que financiar.
A inicios de noviembre, la empresa de servicios financieros, EMFI, con sede en Londres, también advirtió que el país necesitará $1,750 millones en financiamiento, pero no creen que llegue a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En su análisis, además, la agencia advirtió que el déficit fiscal y la deuda de El Salvador se mantendrán altos a pesar de una fuerte recuperación económica.
Y más recientemente la agencia estadounidense Amherst Pierpont volvió a señalar incongruencias en las políticas económicas de Bukele y sus decisiones sobre los bonos Bitcoin.
“El anuncio formal de una emisión de bonos en USD relacionados con BTC confirma informalmente una ruptura con el FMI con un modelo alternativo de financiamiento / crecimiento incierto”, señaló.
Foto EDH / Francisco Rubio / Archivo
El anuncio de los $1,000 millones de bonos Bitcoin la hizo el presidente Bukele un día después que el vocero del FMI, Gerry Rice, aclarara que las reuniones del organismo internacional en ese momento eran sobre la revisión del artículo IV, no sobre el acuerdo ampliado de los $1,300 millones.
Sin embargo, a pesar del entusiasmo de Bukele, Amherst Pierpont señala en su análisis que la reacción inicial del mercado ha sido escéptica sobre un mayor endeudamiento, la falta de condicionalidad para un marco económico coherente y un escepticismo latente sobre si Bitcoin representa una alternativa positiva para el crecimiento.
Economistas lo refuerzan
Estas constantes advertencias internacionales se suman a las críticas que han hecho economistas en el país sobre las decisiones económicas de Bukele.
El investigador del área de Macroeconomía y Desarrollo de Funde, Rommel Rodríguez, afirmó que las cifras sobre el proyecto del Presupuesto 2022 han sido muy optimistas.
“Cuando se recibe el documento del presupuesto se analiza si esos ingresos que están proyectados coinciden con la tasa de crecimiento esperada. Vemos que el ministro (de Hacienda) ha indicado que los ingresos tributarios van a andar $400 millones por encima de las proyecciones, pero recordemos que esas proyecciones se hicieron con una tasa de crecimiento menor”, dijo Rodríguez.
El economista agregó que si además se comparan las proyecciones de crecimiento para el próximo año que tiene el FMI y otros organismos internacionales, respecto a la que ha puesto el gobierno para el año 2022, el dato es bastante conservador. “Así que es de poner el ojo y tratar de entender cuál es la estrategia que se está ocupando”, comentó.
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Por su parte, el expresidente del Banco Central de Reserva, Carlos Acevedo, consideró que la proyección de recaudación es optimista y está dada sobre todo por la inflación, que ha aumentado este último año. “Creo que dependerá mucho del tema de inflación, pues esta le ayuda al gobierno a recaudar más y más, entonces, si el próximo año es de inflación alta, como parece que será, entonces la meta de recaudación será más factible”, explicó.
Sin embargo, Acevedo dijo que será por el lado del gasto que el gobierno tendrá problemas. “Este es el problema, que no se ve de parte del gobierno una voluntad de recortar gasto, que por ciento es el otro componente que el FMI propone para el ajuste fiscal”, señaló.
El Gobierno ha presentado como un logro haber “reducido” la brecha presupuestaria hasta los $498 millones, pero lo cierto es que la deuda necesaria para llegar a los $7,967.7 millones del presupuesto total asciende a $1,209 millones.
Bonos Bitcoin
Respecto a la emisión de bonos Bitcoin, Rodríguez explicó que mientras la confianza de inversionistas en mercados de inversión esté deteriorada, “veremos la confianza de los bitcoiner en esta operación, a sabiendas que al fin y al cabo es más deuda con un país con dificultades serias en su sostenibilidad fiscal”.
Mientras que Acevedo no cree que estos bonos le den al gobierno la liquidez que necesita.
“Si lo de los bonos “Volcán” no les resulta se verán en serios aprietos, primero tenemos que ver cómo les va con la colocación de los $1,000 millones. Yo tengo mis dudas, pero quién sabe con los bitcoiners y si lo consiguen podrían tomar la mitad de esos $1,000 millones para cubrir gasto corriente y no para invertirlo en Bitcoin City”, opinó Acevedo.
El acuerdo con el FMI
Por otro lado, tanto las agencias como los economistas siguen señalando el peligro en el entrampamiento que hay con el acuerdo de financiamiento del FMI.
“El acuerdo de los $1,300 millones está entrampado, yo incluso considero que es muy poco probable que se dé”, vaticinó Acevedo.
Para Rodríguez, este año que viene podría calificarse como decisivo por toda la coyuntura política, ya que no solo están de por medio las cifras optimistas que ha planteado el gobierno en su presupuesto y en el crecimiento económico, sino también en las conversaciones con el FMI sobre un ajuste fiscal del 4 % que ya se venía planteando.
“Sería a partir del 2022 que comienza un proceso de ajuste, pero si no se ve por ningún lado una señal de ajuste, sino que por el contrario se incrementa el gasto, podría representar que el ajuste podría ser un poco más grande. En la medida que sigamos con el mismo dinamismo y el mismo comportamiento de las finanzas públicas el ajuste que se tendrá que hacer a futuro tendrá que ser mucho mayor”, dijo Rodríguez.
Los economistas también señalan que no solo se trata de si se postergará o se perderá el acuerdo con el Fondo, sino que también recalcan que no se debe olvidar que a partir del año 2023 hay vencimiento de bonos y el tema previsional, ya que “si no se puede obtener dinero del FMI, si lo del Bitcoin no sale bien y hay que pagar bonos, probablemente se recurra a la reforma del sistema de pensiones, para tener más recursos, por eso es complicado un año decisivo, determinante”, advirtió Rodríguez.