Drones e impresoras 3D nos conducen a la Cuarta Revolución Industrial

Ford Motor Co. está ya haciendo pruebas para fabricar piezas de sus vehículos con impresoras 3D. ¿Qué más nos depara la “Revolución del Conocimiento”?

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El CEO de la empresa japonesa de tecnología SoftBank, Masayoshi Son, habla con el robot Pepper, diseñado por la compañía.

/ Foto Por AP

Por Omar Cabrera

2017-03-14 7:45:00

Los drones son algo ya bastante conocido, aún en países en desarrollo como El Salvador. Los aficionados al fútbol los han visto sobrevolar estadios durante los juegos, o calles fuertemente congestionadas, generalmente cuando algún medio de comunicación cubre estas noticias.
Menos conocido es que hay empresas –como una multinacional que fabrica paneles y otros productos de fibrocemento– que ya utilizan robots en sus plantas de producción en El Salvador.

Si estos elementos de la llamada Cuarta Revolución Industrial ya están presentes en países en vías de desarrollo, imaginemos lo que está ocurriendo en las sociedades más desarrolladas. Por ejemplo, Ford Motor Company anunció la semana pasada que está comenzando a explorar la forma de imprimir piezas y distintos elementos de gran tamaño de sus automóviles en impresoras 3D.

El gigante automotriz dijo que ya está dando pasos para usar esta tecnología para producción en serie. A manera de detalle, explicó que la impresora recibe el suministro de materia prima en contenedores, y si detecta que uno de ellos está vacío, un brazo robótico lo sustituye automáticamente por otro lleno.


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Organizaciones y empresas como Google, Facebook y Amazon, han pasado en pocos años de unos cuantos empleados a cientos de miles en todo el mundo, y de facturar muy poco, a cientos de millones de dólares.

“Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes”, asegura Klaus Schwab, autor del libro “La cuarta revolución industrial”.

Suena exagerado. Pero la afirmación resulta más realista si tomamos en cuenta que los cambios abarcan desde la robótica hasta la nanotecnología, pasando por la informática y la llamada revolución digital.

“Hay tres razones por las que las transformaciones actuales no representan una prolongación de la tercera revolución industrial, sino la llegada de una distinta: la velocidad, el alcance y el impacto en los sistemas. La velocidad de los avances actuales no tiene precedentes en la historia… Y está interfiriendo en casi todas las industrias de todos los países”, explica Schwab, quien es presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.


Helicóptero o dron sin conductor Ehang 184, que prestará servicio de taxi en Dubái.

POR QUÉ LA CUARTA

Un artículo publicado por BBC Mundo detalla que la Cuarta Revolución Industrial surge luego de otros tres procesos de gran transformación: “la primera marcó el paso de la producción manual a la mecanizada, entre 1760 y 1830; la segunda, alrededor de 1850, trajo la electricidad y permitió la manufactura en masa”.

La tercera revolución se produjo a mediados del Siglo XX, gracias al desarrollo de la electrónica, la tecnología de la información y las telecomunicaciones.


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“Ahora, el cuarto giro trae consigo una tendencia a la automatización total de la manufactura –su nombre proviene, de hecho, de un proyecto de estrategia de alta tecnología del gobierno de Alemania, sobre el que trabajan desde 2013 para llevar su producción a una total independencia de la mano de obra humana”, destaca BBC Mundo.

Esta revolución, que cada vez cobra mayor intensidad, parece haber llegado para quedarse. Muchas analistas destacan que para países en desarrollo es clave la apuesta por la educación, sobre todo en ciencia y tecnología, pero también en otras áreas.

Abstraerse de la oleada de cambios es imposible, sobre todo en un mundo hiperconectado como el actual.