En 26 meses, gobierno de Bukele endeuda a El Salvador con cifra récord

El ritmo de endeudamiento que lleva el actual gobierno supera a los cuatro anteriores y solo en estos dos años y dos meses de administración ya alcanza los $4,531 millones.

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Fotografía de archivo del Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya. Foto EDH

Por Jessica Guzmán

2021-09-26 10:06:21

En solo 26 meses en el poder, el gobierno de Nayib Bukele ha endeudado a El Salvador a un ritmo acelerado que casi sobrepasa el endeudamiento alcanzado por sus antecesores en cinco años. La histórica deuda en poco más de dos años asciende a $4,531 millones, según datos oficiales.

Un análisis del economista Álvaro Trigueros, director del Departamento de Estudios Económicos de Fusades (Fundación salvadoreña para el desarrollo económico y social) indica que la administración Bukele está a poco de sobrepasar la deuda que adquirió en el quinquenio el primer gobierno del FMLN, dirigido por Mauricio Funes, la cual fue de $4,633.5 millones.

Trigueros, quien en su cuenta de Twitter compartió un gráfico comparativo del endeudamiento de los últimos cinco presidentes, explica en el hilo que, aunque en el caso del expresidente Francisco Flores (1999-2004) los datos disponibles en el Ministerio de Hacienda no tienen completo el periodo presidencial, y aunque a Bukele le faltan 34 meses de gobierno, la deuda actual ya representa un nuevo récord.

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“Si sale (el gobierno) a colocar nuevos bonos, la tasa que se pagaría sería altísima y con ello se hipotecarían los presupuestos de los próximos años”.

Ricardo Castaneda, .

El análisis del economista apunta que al revisar la deuda promedio por mes de los últimos cinco gobiernos nuevamente muestra que la administración Bukele “como va a hasta ahora, el endeudamiento es más del doble que los demás”.

Trigueros explica que a pesar que las cifras son incompletas porque los datos del Banco Central de Reserva y de Hacienda empiezan desde enero 2002, sí se logra visualizar el ritmo acelerado de deuda que lleva este gobierno, el cual en promedio adquiere $174.3 millones al mes.

Dentro de los parámetros que se deben tomar en cuenta en el análisis, indica el economista, es que si bien se puede argumentar que el actual gobierno ha tenido que lidiar con la pandemia, “Flores tuvo los dos terremotos, Saca y Funes compartieron la crisis financiera internacional. También la economía y los precios van en aumento, así que eso incide en aumento de deuda”.

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Otros economistas como Ricardo Castaneda, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señalan que la población debe tener claro que toda la deuda la pagan los salvadoreños.

“La ciudadanía debe tener claro que todo ese endeudamiento lo va a pagar la población con sus impuestos actuales y futuros”, ha recalcado Castaneda en varias ocasiones.

Y además apunta que entre más endeudado esté el país, serán más altas las tasas de interés que le cobren en colocación de más deuda.

Según información oficial colgada en la página del Ministerio de Hacienda, a julio 2021 la deuda alcanzó los $22,722.9 millones, lo que equivalía en ese momento al 82.3% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Para Castaneda, “la situación financiera sigue siendo crítica y aunque este año es posible que logren cumplir con los compromisos de pago de deuda, será complicado cumplir con los otros compromisos como pagos de proveedores, transferencias a las alcaldías o incluso salarios”, advierte.

Esto también puede influir aún más en la baja de calificación de riesgo país de El Salvador, explicó el economista del Icefi, ya que “en la medida que el perfil de riesgo aumente, si se salen a colocar nuevos bonos la tasa de interés que se pagaría sería altísima y con ello se hipotecarían los presupuestos de los próximos años”.

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La firma Moody’s Investors Service rebajó el pasado 30 de julio las calificaciones de emisor en moneda extranjera a largo plazo y de deuda senior no garantizada del Gobierno de El Salvador, la cual pasó de B3 a Caa1, cuya implicación para el país es que a los bonos se les considera “basura” entre los inversionistas, debido a la alta probabilidad de impago.

Entre los principales motivos de la rebaja que indicó en ese momento la calificadora de riesgo fue que es probable que el acceso al mercado de la deuda soberana siga siendo limitado ante el exigente calendario de amortización de la deuda a partir de 2023.

“La limitada disponibilidad de alternativas de financiación para el país y la incertidumbre en torno a la posibilidad de obtener nueva financiación del Fondo Monetario Internacional (FMI) sugieren que el Estado salvadoreño seguirá enfrentando presiones de liquidez en los próximos años, a pesar de la voluntad de las autoridades de promulgar medidas para lograr una mayor y gradual consolidación fiscal”, explicó Moody’s.

Pero recientemente, el expresidente del Banco Central de Reserva, Carlos Acevedo, expresó que es muy difícil que el país consiga el acuerdo de préstamo con el FMI.

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“Yo diría que ese acuerdo está muerto y enterrado y que el último clavo en el ataúd del acuerdo fue la decisión de la Sala de lo Constitucional impuesta de permitir la reelección y vimos la reacción del Departamento de Estado de Estados Unidos muy fuerte, y veo muy difícil que el FMI le apruebe un acuerdo a El Salvador”, afirmó Acevedo.

Las negativas decisiones políticas

Moody’s también tomó en cuenta en julio que “una serie de decisiones políticas han socavado la gobernanza y la solidez institucional, retrasando las negociaciones con el FMI, generando incertidumbre y añadiendo nuevos retos a la sostenibilidad de la deuda y al acceso al mercado”.

Esto tiene que ver con las decisiones que ha venido tomando el Ejecutivo con sus diputados aliados para la imposición de magistrados en la Sala de lo Constitucional, quienes han sido incluidos por Estados Unidos en la lista Engel, además de la imposición del fiscal general y la reciente decisión de los magistrados impuestos de permitir la reelección presidencial.

“Las acciones no democráticas tarde o temprano pasan factura en lo económico y financiero”, señala Castaneda.
A eso se suma que ante la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador desde el 7 de septiembre, tanto economistas como organismos financieros internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional, han advertido los riesgos económicos por la alta volatilidad del criptoactivo.

Por ello, Castaneda subraya que al revisar el perfil de riesgo de El Salvador tras los acontecimientos desde el 1 de mayo de este año “los bonos han caído sustancialmente y el perfil de riesgo de El Salvador se ha aumentado, es el perfil de riesgo en Latinoamérica que más ha aumentado; entonces las fuentes de financiamiento que tiene El Salvador es salir a colocar bonos a los mercados internacionales, pero los bonos han seguido cayendo, incluso con el anuncio de la reforma de pensiones”.

Añade que en la medida que las puertas de financiamiento se cierren, provoca serios problemas para la administración pública. “Ya este año podemos observar proyectos de inversión, incluso en áreas de salud y educación, que no se han ejecutado”, apunta.