Una argentina al mando de Avon para reinventar una marca de 130 años

Conozca los secretos de Magdalena Ferreira Lamas.

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Foto Por Gerson Sánchez

Por Claudio Martínez

2016-09-05 8:50:00

Lleva más de un lustro en México, pero la voz delata su inconfundible argentinidad. Por si hacía falta otra prueba, por allí anda un mate dando vueltas. Magdalena Ferreira Lamas, flamante vicepresidenta y gerente general de Avon para México y Centroamérica, llegó a El Salvador para presentarse en sociedad y para celebrar los 130 años de la marca en el mundo. Su visita –parte de una gira por la región- le permitió conocer a “su gente” en el país, además de darse algunos gustos, como probar las pupusas que tanto le habían recomendado.

“Aquí ya son 37 años que tenemos presencia. En Guatemala son 40, en México 60… Es una marca que tiene fundamentos y pasados maravillosos, sobre todo en lo se refiera al empoderamiento de la mujer”, cuenta Magdalena, graduada de la UCES (Buenos Aires) y con pasado en Pepsi y cerveza Quilmes, antes de incorporarse a Avon, donde estuvo en Argentina, Bolivia y Perú previo a desembarcar en México.  

Una de las claves de Avon es su vigencia. “Hemos cambiado los colores, las tipografías… Lanzamos la campaña Belleza por un propósito porque esa es la esencia de Avon: la belleza es el camino, el empoderamiento del destino. Esto de abrir puertas, de desarrollar a la mujer para ofrecerle un negocio, lo cual le ayuda a elevar su autoestima y hacerle creer que realmente puede hacer una diferencia”.

Avon tiene 6 millones de consejeras (vendedoras) en el mundo, gran parte de ellas en Latinoamérica. De hecho, Ferreira Lamas asegura que la región México y Centroamérica (incluye Dominicana) es el segundo mejor mercado de la marca, después de Brasil, y comenta algunos casos emblemáticos en El Salvador. “Aquí tenemos el ejemplo Zulema Ibarra, que tiene 41 años y habla de lo que adora esta compañía porque ha podido pagar viajes, estudios de los hijos y disfrutar de cosas que no hubiera podido soñar antes. Casos así los hay en toda América Latina”.

A lo largo de sus 130 años, la marca se siente orgullosa del poder que le otorga a la mujer, como lo explica la gerente: “A pesar de que somos “la compañía de la mujer”, no somos feministas, promovemos la diversidad… Pero entendemos que la mujer tiene que ocupar espacios y apoyar al hogar. También poner sus sueños, sus propias metas y sobre eso Avon trabaja muchísimo. Nosotros podemos fortalecer la confianza de mujeres que no han tenido acceso a estudios… Le damos la posibilidad de construir su propio negocio y soñar, ponerse metas, aunque al principio sean pequeñas como pagar los útiles de colegio a sus hijos. Pero también hay metas gigantes: en México tenemos la carrera de liderazgo empresarial, donde las mujeres empresarias ganan hasta 5,000 dólares”.

Para Magdalena, el acompañamiento y la orientación son los pilares del éxito de Avon. “Cuando alguien no sabe, hay que enseñar y acompañar. Nuestra fuerza de ventas tiene un desarrollo de acompañamiento para generar planes y darle confianza… Al principio en su familia no creen que puedan hacerlo, pero cuando ven que están felices, que traen un aporte al hogar hasta terminan apoyando Hay top sellers, o altas productoras, que los esposos les ayudan a repartir las 40 cajas de productos que a veces reciben en una campaña. Al final trabaja toda la familia”.

Como toda empresa centenaria, Avon –una compañía que basada en venta de cosméticos por catálogo- ha sabido reinventarse y adaptarse a los tiempos de las redes sociales y el ecommerce. “Nosotros sabemos que todavía tiene mucha importancia el contacto puerta a puerta, el ofrecer un folleto en papel. Somos latinos, nos gusta el contacto personal. Además, la figura de la ama de casa aquí todavía es muy fuerte. A la vez tenemos todo el mundo digital, donde las consejeras colocan sus pedidos por internet y también tenemos un folleto digital. Vamos evolucionando en el mundo paralelo de lo digital y estamos haciendo unas pruebas vía ecommerce en México porque le apostamos al mundo de los millenials”, explica Ferreira Lamas, que recuerda que además de cosméticos, Avon también tiene una línea de moda y hogar, además de productos para niños. 

Precisamente el reto de Avon es conquistar a la generación de los millenials. Magdalena lo tiene claro: “La buena noticia es que los millenials valoran todas las marcas auténticas y nosotros lo somos. Además, valoran las causas de responsabilidad social como pueden ser nuestra campaña de lucha contra el cáncer y las caminatas que hacemos cada octubre. Pero también tenemos un lenguaje completamente diferente para las nuevas generaciones a través de bloggers, Facebook y Twitter”.