El anuncio de televisión comenzaba con el altar de una iglesia. Luego, aparecía un hombre vestido de negro, escuchando a otro en un confesionario, mientras una voz decía: “Los buenos son malos, y los malos son buenos”.
Otra escena mostraba hombres enfrascados en una riña en lo que parecía ser la sesión plenaria de una asamblea legislativa. Y la voz: “Los honorables son obscenos”, a lo que seguía una mujer abrazada a otra que cerraba una puerta. “Y lo obsceno es amor”.
El spot fue uno de cuatro que Digicel comenzó a difundir el pasado viernes 27 de mayo. Los otros tres siguen llegando a los hogares de los salvadoreños con mensajes que destacan los productos y servicios de la empresa de telefonía. Pero ese otro anuncio ya no. ¿Qué pasó?
El CEO de Digicel, Ignacio Román, explicó el mensaje que buscaban transmitir, y que a su juicio, suscitó malentendidos.
“Si uno lo ve desde el punto de vista de campaña, lo que decimos es: primero, que los que son buenos no son tan buenos a veces, y esa es la metáfora del statu quo”, dijo Román. “El anuncio dice: ‘esto no es Digicel, esto es el futuro’. La compañía es una plataforma que eleva una serie de temas partiendo de la base de unos valores: no discriminar a nadie en función de su sexo, religión, condición económica, etc.”
Dos de los anuncios siguen al aire intactos. Otro fue modificado, y el cuarto fue retirado por completo. La razón es que el Consejo Nacional de la Publicidad (CNP) envió una carta a Digicel en la que argumentaba que el anuncio titulado “Manifiesto” violaba algunos artículos del Código de Autorregulación Publicitaria de El Salvador, así como algunos de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia (Lepina) y la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres.