Costa Rica y China apuestan por zona económica especial

La zona económica especial se establecería en una región costera de Costa Rica, pero siguiendo modelos que tuvieron éxito en el gigante asiático.

descripción de la imagen
Shenzhen es una de las cuatro Special Economic Zones (SEZ) que fueron creadas por China en 1980. Las otras tres son: Zhuhai y Shantou y en Xiamen. FOTO iNTERNET

Por

2015-01-12 7:00:00

Las ambiciones de Costa Rica por conquistar el mercado asiático no tienen límite. Todo comenzó bajo la política comercial de la Administración del expresidente Óscar Arias, cuando el 1º de junio de 2007 tomó la decisión de empezar relaciones diplomáticas con la República Popular China.

Tres años más tarde (en abril de 2010) Costa Rica firmó un Tratado de Libre Comercio con China, como parte de una estrategia para estrechar los vínculos de cooperación económica, y por supuesto, la inserción comercial en el continente asiático.

La semana pasada, tras una reunión de los presidentes Luis Guillermo Solís y Xi Jinping, las naciones firmaron un acuerdo para comenzar a trabajar en el establecimiento de una zona económica especial en territorio costarricense.

El ministro costarricense de Relaciones Exteriores, Manuel González, y el titular chino de Comercio, Gao Hucheng, suscribieron este convenio en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.

El documento marca el comienzo de estudios bilaterales de viabilidad en los que se dirimirá, entre otros aspectos, el posible futuro emplazamiento de esa zona especial, aunque se espera que la elección se concentre en un área costera del Caribe o el Pacífico, regiones menos desarrolladas que el interior.

China y Costa Rica también firmaron un protocolo con el que se quiere facilitar la exportación de langostinos costarricenses al mercado asiático, gran consumidor de estos mariscos. “En estos años, nuestros lazos han crecido y han demostrado, sin duda, que el tratado de libre comercio (vigente desde 2011) fue fundamental en nuestras relaciones”, dijo Solís, quien matizó, no obstante, que los vínculos culturales entre ambos países se remontan al siglo XIX, merced a la inmigración asiática a América Latina.

El proyecto

La zona económica especial en Costa Rica busca promover áreas geográficas menos desarrolladas, mediante la atracción de inversiones.

El plan está inspirado en un modelo que China inició en los años 80, cuando creó áreas con sistemas económicos diferentes al nacional (entonces aún muy centralizado) para adaptarse paulatinamente a la economía de mercado.

La zona económica especial más exitosa en China fue Shenzhen, ciudad vecina a Hong Kong que hace 30 años era apenas un pueblo pesquero y hoy en día es el gran centro tecnológico del gigante asiático, donde se ensamblan los “gadgets” consumidos en medio mundo, empezando por los iPhones o iPads de Apple.

De hecho, el presidente costarricense visitó el viernes una de esas zonas económicas especiales chinas, el área de desarrollo tecnológico de Tianjin (TEDA), puerto situado a unos 200 kilómetros de la capital.

En Costa Rica, la inversión y el desarrollo se han concentrado tradicionalmente en San José, sus alrededores y otras ciudades del interior, una situación que Solís se ha propuesto cambiar durante el Gobierno que arrancó en 2014.

“Estamos promoviendo condiciones para la inversión extranjera en áreas diferentes a la gran área metropolitana”, afirmó Solís en un encuentro con empresarios chinos, previo a su reunión con Xi.

El presidente costarricense no aludió a los dos proyectos bilaterales que prometió impulsar durante este viaje: la refinería de Moín (paralizada desde 2013 por irregularidades en el contrato) y la carretera que una a ese puerto con el de Limón, también pendiente de revisiones técnicas y legales.

Como parte del viaje oficial al país asiático, que busca que la relación bilateral supere niveles meramente comerciales o de cooperación, Costa Rica anunció que su país abrirá un consulado en la ciudad oriental china de Shanghái.

La oficina, que se establecerá en unos meses, espera atraer un mayor número de turistas de la potencia asiática, que es ya uno de los mayores emisores mundiales de viajeros de alto poder adquisitivo. Solís dijo además que en el plazo de unos dos años se puedan establecer vuelos directos entre China y Costa Rica, que faciliten aún más el turismo del gigante asiático.

Solís aseguró que estos pasos junto a China son “importantes en momentos en que Cuba se convierte en un importante competidor de Costa Rica”, y afirmó que el país centroamericano debe prepararse para la llegada de turistas chinos con guías que sepan hablar mandarín y espacios hoteleros que puedan recibirlos. —EFE.