Durante su adolescencia, Yeimy Carolina Orellana trató de suicidarse en tres ocasiones. Se sentía agobiada por saber que su madre intentó abortarla y que, posiblemente, eso habría sido el motivo de sus problemas físicos, además de que a los tres meses de venir al mundo fue regalada a su abuela materna.
Así pretendía terminar con un ciclo de sufrimiento, que incluyó golpes, limitación en su alimentación y vivir en un rancho de varas de bambú donde, incluso, su abuela no quiso ponerla a estudiar a causa de sus dificultades físicas, pese al deseo de superación del que Yeimy estaba llena.
Yeimi Orellana vive en el Hogar de Ancianos Llanos Magaña, de Ahuachapán, es la más joven de los internos. Su vida ha estado marcada por dificultades, como el intento de su madre por abortarla, daños en la columna y vivir en la pobreza con su abuela. A pesar de esto ahora lleva un mensaje de esperanza a los jóvenes.
Entre los 12 y 16 años intentó, por diversas formas, quitarse la vida; pero siempre apareció una persona que la asistió y ayudó a comprender que su condición tenía un propósito en la vida: ayudar a otros y, con su testimonio de superación, animar a quien pasa por momentos difíciles.
Ahora, ella es un testimonio de vida dentro del Hogar de Ancianos Llanos Magaña, de Ahuachapán.
Yeimy, ahora de 33 años, relató que la primera ocasión que intentó lastimarse terminó en el hospital. En otro de los episodios suicidas fue a un río cercano a su vivienda, en el caserío San Luis La Planta, cantón Nancintepeque, en Santa Ana, al cual llegó con una prima, quien por unos instantes la dejó sola en la orilla del afluente.
En ese momento comenzó a pensar sobre las adversidades que enfrentaba. Con dificultades llegó al caudal y se lanzó. Una mujer que daba de beber agua a un ganado vio a Yeimy y corrió a sacarle del agua para evitar que se ahogara.
También ha intentado lesionarse, pero fue un amigo quien le ayudó a desistir de ello. “Me dijo: ‘Seguí adelante, Dios te va a preparar otro camino, con hacer eso no vas a remediar nada, ya el daño está hecho, lo único que tenés que hacer es seguir adelante, sos inteligente, más que nosotros’”, relató.
Días después, hubo personas que comenzaron a hablarle “de las cosas de Dios”, con quien no tenía comunicación en ese entonces.