Wilson Sandoval, experto en transparencia, dijo a El Diario de Hoy que El Salvador está en una situación deplorable en materia de transparencia.
Esto, pues la Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP) parece ser, a los ojos del Gobierno de Nayib Bukele, simplemente un “papel” que está “lejos de aplicarse”.
Sandoval lamenta, entre otras prácticas, que los sitios web de las instituciones no se actualizan con los datos obligados, los ministerios no contestan solicitudes y se reserva información sin obedecer criterios.
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Además, ve una peligrosa cooptación del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), entidad a cargo de conocer disputas entre ciudadanos que piden información y funcionarios que se las niegan. Para ejercer este rol en favor de la máxima publicidad y sin presiones ni conflictos de interés, es importante que sus comisionados sean independientes de influencias políticas.
Esto, sin embargo, ya no es una realidad. Sandoval explica que el IAIP ahora responde al oficialismo y “no tiene independencia ni profundidad técnica”.
Además, agrega una cifra devastadora: “Acción Ciudadana daba a conocer que en 2021 las posibilidades para que los ciudadanos accedan a información pública a través del IAIP descendieron hasta en un 80% en relación al 2020
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Todo un sistema desarticulado
Además de esta cooptación del IAIP y las amenazas a la LAIP, Sandoval lamenta que todo el sistema de rendición de cuentas de El Salvador se ha desarticulado.
Esto, debido al control del Ejecutivo sobre otras instituciones que deberían ser independientes, como la Fiscalía General de la República, la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y el mismo IAIP.
“No hay forma de contravenir al Estado frente a las restricciones de información pública, tales como negar información sobre el plan de vacunación o compras de Bitcoin. Si esconden este tipo información que es pública, que nos pertenece a todos, no pueden ser amigos de la transparencia”, dice.