José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, considera a Bukele “un Chávez en potencia”

En una entrevista con Voz de América (VOA), el director para las Américas de Human Rights Watch considera que las "agresivas" conductas de Bukele hacia sus críticos y la politización de los cuerpos de seguridad lo perfilan como un autoritario en construcción.

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José Miguel Vivanco es el director para las Américas de Human Rights Watch. Foto EDH / AFP

Por Ricardo Avelar

2021-04-28 12:09:15

En una entrevista reciente con el medio público estadounidense Voz de América, el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, expresó nuevamente su preocupación por las prácticas autoritarias del presidente salvadoreño.

“Gobierna abusando del poder”, dijo Vivanco al respecto del joven mandatario que en poco menos de dos años ha demostrado un desdén por el Estado de derecho y el balance de poder. En este periodo, ha desafiado órdenes judiciales, enfilado ataques a sus críticos, socavado la libertad de prensa e incluso comandó una toma militar del Palacio Legislativo.

Ante esto, el director de HRW advierte que “Bukele tiene muchas similitudes con Chávez”, al tiempo que destaca que tiene un carácter “autoritario y agresivo”.

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Hugo Chávez, exmandatario venezolano e icono del actual régimen dictatorial, inició un declive democrático en el país petrolero, marcado por la toma de todos los poderes del Estado y la cooptación del aparato de seguridad para perseguir sistemáticamente a sus rivales políticos, incluyendo el sector privado.

Asimismo, construyó una red de clientelismo con base en la alta renta petrolera del país que inicialmente levantó a millones de venezolanos de la pobreza, pero luego se condicionó al apoyo político al régimen y no buscó proveer independencia y autonomía a los beneficiarios. Cuando el petróleo cayó, poco después de la muerte de Chávez en marzo de 2013, Venezuela empezó su descenso a una de las peores crisis humanitarias, sociales y económicas del hemisferio.

Y gracias a la corrupción e ineptitud de sus funcionarios, el chavismo logró quebrar a uno de los países más prósperos del continente y a su empresa insignia, Petróleos de Venezuela (PDVSA). Finalmente, el régimen que comandó y luego heredó Nicolás Maduro ha estado vinculado a graves violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad como torturas, desapariciones y ejecuciones fuera de la ley.

Actitudes agresivas

Entre estas actitudes agresivas de Nayib Bukele, el director para las Américas de Human Rights Watch destaca que utiliza medios, redes y su influencia para hostigar a aquellos que le cuestionan, critican u oponen.

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Este diagnóstico coincide con las recientes conclusiones que periodistas de El Salvador presentaron ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), donde se dio cuenta de que el mandatario salvadoreño ha hecho esfuerzos por silenciar a quienes considera adversarios y ha lanzado una red de medios de propaganda, financiados con fondos públicos, para continuar su sistemática campaña de descalificación.

A medida que las descalificaciones bajan del presidente a sus ministros, y luego a mandos medios, diputados electos de su partido y posteriormente a sus fanáticos y seguidores, se va incrementando la agresividad y es común que periodistas, líderes de la oposición y hasta académicos se enfrenten a amenazas de muerte y otro tipo de hostigamientos.

Politización de los cuerpos de seguridad

Según Vivanco, Nayib Bukele ha buscado “abiertamente, descaradamente (la) politización” de la Policía Nacional Civil (PNC) y las Fuerzas Armadas (FAES).

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En sus casi dos años de gobierno, además de la toma del Congreso, ha ordenado a agentes policiales y militares desobedecer órdenes judiciales y estos además han interferido en pesquisas de la Fiscalía General de la República que investigaba posible corrupción en instituciones del Estado.

“Es frecuente que haga discursos políticos frente a soldados armados y en esos discursos políticos critica a los medios, denigra a la sociedad civil, distorsiona y miente abiertamente respecto de la realidad política de El Salvador”, dijo a Voz de América.