Nataly Johana Quintanilla Valle recibió su último adiós y una sepultura digna en el cementerio de la ciudad de Cojutepeque, en medio del dolor de sus seres queridos y de una comunidad consternada por este nuevo caso de violencia feminicida que traspasa fronteras.
Los restos de Nataly llegaron a El Salvador el miércoles los restos de Nataly y fueron enterrados posteriormente el cementerio de Cojutepeque, confirmó la familia.
Johana Quintanilla Valle era una salvadoreña de 40 años que residía en la ciudad de Milán y fue asesinada presuntamente por su pareja en la noche del 24 al 25 de enero de este año.
El principal sospechoso, identificado como Pablo Gilberto Gonzales Rivas, salvadoreño, confesó el crimen tras un largo interrogatorio, admitiendo que le quitó la vida a Nataly al quebrarle el cuello durante lo que describió como un “juego erótico que terminó mal”. Sin embargo, durante más de una semana, el hombre no notificó a las autoridades italianas sobre la desaparición de su pareja. Solo después de varios días presentó una denuncia alegando que la mujer había salido voluntariamente de la vivienda que ambos compartían en la zona Bicocca de Milán.
La fiscal a carga del caso, Alessia Menegazzo, logró recolectar pruebas clave gracias a las cámaras de videovigilancia del condominio ubicado en Piazza dei Daini 3. Las imágenes confirmaron que Nataly ingresó al apartamento la noche del 24 de enero, sin que se registrara su salida posterior. En las primeras horas del 25 de enero, las cámaras captaron a El Gonzales Rivas arrastrando un gran bolso deportivo, que cargó en su automóvil y luego abandonó en un punto no determinado del río Adda.
El cuerpo de la víctima fue hallado el 3 de marzo, en las aguas del río. Adda cerca del pueblo de Zelo Buon Persico, por unos ciudadanos que se encontraban pescando en la zona. Desde entonces, los restos permanecieron bajo custodia del Instituto de Medicina Legal de Pavía, donde se realizó la autopsia para determinar las causas exactas de la muerte.