La alarma por todo tipo de incendios en el país durante estas vacaciones se disparó el Viernes Santo cuando, según el Cuerpo de Bomberos, la mayoría de las emergencias suscitadas en esa jornada estuvo relacionada con los siniestros.
"El viernes 2 de abril atendimos 41 emergencias, el 90 % fueron incendios de todo tipo. Durante la vacación ha sido el día donde más incendios atendimos", indicó la institución a través de su cuenta de Twitter.
El incendio en maleza seca en el sector de San Blas, en La Libertad, fue uno de los que activó las alarmas en horas de la noche, pues los fuertes vientos habían complicado el trabajo del personal de Bomberos, Fuerza Armada y pobladores. La situación puso en riesgo a varias viviendas cercanas.
Sin embargo, tras un arduo trabajo que se prolongó por varias horas se logró controlar las llamas y pasada la medianoche de este sábado, el Cuerpo de Bomberos informaba que las llamas habían sido controladas.
"Solo hay unos focos aislados en medio del terreno quemado, se estima una extensión dañada de aproximadamente 80 hectáreas de terreno, recibimos el apoyo de 50 miembros de la Fuerza Armada", indicó.
Otro de los siniestros peligrosos era atendido casi de forma simultánea por los bomberos, socorristas, personal de varias instituciones de Protección Civil y lugareños en el cerro de Nejapa, cuyas llamas amenazaban con propagarse a comunidades aledañas.
"Más de 50 elementos de las diferentes instituciones del Sistema Nacional de Protección Civil participaron en los trabajos para contener el avance del incendio en el cerro Champantepec, en el municipio de Nejapa", dijo el director de Bomberos, Edwin Chavarría.
Expertos han alertado sobre la magnitud del daño que provocan los incendios en maleza seca o forestales, ya que no solo contaminan el ambiente, sino que acaban con la vida de animales silvestres, muchos de estos en peligro de extinción, así como afectan la flora y las pocas zonas boscosas con las que cuenta el país.
En El Salvador, el Código Penal establece en los artículos 258 (sobre depredación de bosques) y el 265 (sobre incendios) un castigo de tres a seis años de cárcel para quienes provoquen un siniestro, sin embargo, en un reportaje publicado por este periódico en 2018 se constató que son pocos los casos que se llegan a judicializar, ya sea por falta de denuncias, testigos o pruebas.
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