VIDEO: Félix, “el Pirata” español que instaló su food truck y se enamoró de Chalatenango

Félix Moralejo, un profesor español, reside y trabaja desde hace varios años en San José Las Flores, Chalatenango. Cuenta las razones que lo impulsaron a permanecer en El Salvador y darle un giro a su vida.

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Félix Moralejo, el Pirata de San José Las Flores, Chalatenango. Foto EDH/ Marcela Moreno

Por Enrique Carranza

2019-09-04 6:19:50

¡Hey! pirata del Caribe, lo saluda a grito un hombre que camina en la acera de enfrente; ¿Pirata del Caribe?, pirata del Sumpul, responde este personaje, y luego suelta su sonora y grave carcajada…

Es martes y Félix Moralejo  ha instalado su carro de comida rápida en el parque central de Chalatenango; lo acompaña Osmaro Acosta, amigo y ayudante.

El saludo previo, entre Moralejo y un hombre de aspecto humilde hace alusión a la saga cinematográfica de Disney Piratas del Caribe, estrenada en 2003, donde Johnny Depp interpreta al capitán Jack Sparrow;  mientras, “Pirata del Sumpul” refiere a su sobrenombre y al principal río de la zona.

Moralejo, más conocido en Chalatenango y sus alrededores como “el Pirata”, es originario de Leganés localidad de Madrid, España, y llegó a El Salvador en marzo de 2005 para iniciar un año sabático.

Félix Moralejo, el Pirata, y Osmaro Acosta, su amigo y ayudante, en plena atención de sus clientes. Foto EDH / Marcela Moreno.

El plan original era recorrer Latinoamérica, el inicio sería en Nicaragua pero su amigo Emiliano le recomendó El Salvador, y así conoció los municipios de Nueva Trinidad, Guarjila y luego San José Las Flores, los tres de Chalatenango, pero se instaló en ese último.

“Vine y me incorporé a una organización que se llama Los Angelitos, ellos trabajan con niños con deficiencias intelectuales. Me ofrecieron casa, pero no había pago, los padres de los niños facilitaban la comida”, relata Moralejo.

En aquel entonces conoció a quien es su esposa.

En 2017 volvió a España, su padre había fallecido. En ese viaje él se convenció de que su vida no iba a continuar en su país natal.

Durante su estadía en España, Moralejo y su esposa subieron al metro. Ella saludó con el clásico “buenos días”,  nadie respondió, incluso algunas personas la vieron como ser extraño, otras volvieron la vista hacia las ventanas. “Es muy impersonal. Allá no sos nadie, solo una cifra, un número que camina. La vida tiene el ritmo bastante acelerado, la parte de vivir esta relegada”, comenta  Moralejo.

Con ese mal sabor, Moralejo volvió a El Salvador. La intención era ocupar de nuevo su viejo trabajo, pero la plaza ya había sido cedida, entonces decidió emprender su propio negocio de comida al estilo food truck y servicio de banquetes a domicilio.

En primer momento, se iba a dedicar a comercializar pollos rostizados, es más, había adquirido el rostizador -que solo ha utilizado dos veces-, pero los planes volvieron a cambiar, y se inclinó por la carne de res y costillas de cerdo a la plancha; además, incluyó el clásico de la comida española, el pastel de patata.

El sobrenombre de “pirata” lo ganó por su gusto por esos personajes (bucaneros en especial -habituales del Mar Caribe durante los siglos XVII y XVIII-), de alguna forma por su aspecto despreocupado con rastas, y se acentuó con la creación de su marca.

“Busqué asesoría con el logo, mi idea era un pollo pirata, pero a la persona que elaboró la marca le pareció más esto (un pirata humano con parche en el ojo y rastas)  y así se quedó”, explica y ríe pues la figura le guarda gran semejanza .

La costilla de cerdo y la carne de res son las especialidades de Félix Moralejo, el Pirata de San José Las Flores, Chalatenango. Foto EDH/ Marcela Moreno

El negocio tiene aceptación, Moralejo participa en las fiestas de los municipios aledaños y en iniciativas de emprendedores.

“La comida es rica, la carne es suave, él cocina rico”,  comentó Karla Castillo López, una clienta del negocio, mientras degustaba los platillos en el establecimiento de Moralejo.

Poco a poco Félix Moralejo, el Pirata de San José Las Flores, Chalatenango se abre camino como emprendedor. Foto EDH/ Marcela Moreno

Sin planes de volver a España

A pesar de que en España ejercía como maestro de niños con deficiencias intelectuales y que su traslado hacia El Salvador le implicó ser emprendedor, Moralejo dice con mucha seguridad que no regresará. “No volvería a vivir en España, allá la gente solo es un número; en cambio Chalatenango es hermoso, su gente, sos persona, todos te saludan, te conocen”, comenta.

Otro aspecto al que da valor es la crianza de su hijo, quien hoy tiene cuatro años. “He tenido un hijo para criarlo yo, no para pagar a alguien que lo haga; que las vivencias de él sean mías”, comenta.

Además, explica las facilidades de estudiar que tiene su hijo, pues la escuela le queda al cruzar la calle. “En dos años es posible que  vaya solo. Es una calle donde pasan tres carros al día y el vecindario es de lo más seguro, además, todos nos conocemos”, detalla Moralejo.

También considera que el costo de la canasta básica es similar entre El Salvador y España. “El Pirata” sigue atendiendo con entusiasmo a sus clientes y, a la vez, reafirma su deseo por permanecer en tierras chalatecas, su nuevo hogar.