VIDEO: Comerciantes informales no saben si se les permitirá vender durante la toma de posesión

Los vendedores que trabajan en los alrededores de la plaza Gerardo Barrios no tienen claridad sobre si se les permitirá abrir sus puestos y locales o vender en las calles aledañas durante el traspaso presidencial el 1° de junio. Ellos confirman que al no hacerlo, percibirán un duro golpe en sus ingresos.

Varios comerciantes de la zona no tienen conocimiento sobre si pueden vender el día del evento.

Por Jonathan Tobías / Sergio Orrego

2019-05-29 9:18:03

Faltan pocos días para que el presidente electo, Nayib Bukele, asuma sus funciones al frente del gobierno de El Salvador, y los preparativos para el traspaso de mando se han apoderado de la cotidianidad del Centro Histórico de San Salvador. Todo el que camina por sus calles, no puede evitar detenerse a observar curiosamente como la zona se ha transformado, de la noche a la mañana, en un lugar en donde abunda la seguridad. Esto debido a la presencia de soldados y agentes policiales en todos los rincones.

Pareciera que todo marcha de acuerdo a lo estipulado por la Comisión de Traspaso; sin embargo, todavía hay un punto que se esconde en la incertidumbre y compete a los oriundos del centro capitalino, a quienes viven y trabajan en esas calles, ahora invadidas por todos los equipos y comisiones relacionadas al evento del primero de junio.

Son ellos, los vendedores y comerciantes, quienes no han tenido otra opción que sólo ser espectadores de la construcción de esa tarima de varios metros de alto y de ancho, en donde el nuevo presidente tomará el control del gobierno, y que ahora domina el paisaje de la Plaza Barrios.

Esa comunidad de trabajadores informales expresa no tener certeza sobre si el sábado podrán salir a ganarse el sustento diario. Alcides Martínez, quien vende hamacas en la avenida Cuscatlán, a un costado del Palacio Nacional, expresa que no les has dado información clara sobre si se les permitirá vender o si serán reubicados en otro punto.

El sábado 1°de junio no es un día de asueto nacional para los trabajadores públicos, ni para la empresa privada.

Foto EDH/ Jonathan Tobías

“Aquí nadie nos ha informado nada y nosotros tenemos que salir a vender porque hay que comer”, manifiesta de manera inconforme en referencia al cierre de calles del Centro capitalino, que ya ha afectado a su trabajo.

Además, Martínez confirma que ha percibido pérdidas en sus ingresos desde que comenzaron a cerrar las calles aledañas y el espacio público. “Aquí la gente no está entrando a comprar porque ven que todo está tapado”, declara el comerciante.

En la misma situación se encuentra María de los Ángeles, quien tiene un poco más de dos años en comercializar de forma ambulante. Vende ropa para niña. “A mi me dijeron que vendedores no quieren acá, pero primero Dios que pueda ese día vender aunque sea en las esquinas”, pide con cierta esperanza en el tono.

Abraham Guerrillo, quien tiene un pequeño puesto de frutas enfrente de la Biblioteca Nacional, está consciente que posiblemente no tendrá otra opción que guardar su carretón y no trabajar ni ganar dinero ese día. “Vamos a tener que dejar nuestras carretas en otra parte y tomar asueto obligatorio”, expresa con una sonrisa en el rostro, tratando de ver la situación como una oportunidad para descansar.

Los vendedores sostienen que no quisieran que les impidieron trabajar durante los eventos de traspaso de mando y afirman que seguirán vendiendo, como lo hacen a diario, mientras nadie les diga lo contrario, pero se mantienen a la expectativa sobre la posibilidad que eso cambie a último minuto. Esperan que algún representante del gobierno saliente o del entrante se acerque a garantizarles que podrán efectuar sus actividades de manera normal.

Foto EDH/ Jonathan Tobías