Entre lágrimas y palabras de aliento, los maestros de la Escuela de Capacitación Adventista Salvadoreña (ECAS), en San Juan Opico, asistieron al funeral de Mario Francisco Henríquez y su hermana de 15 años, dos de las víctimas del accidente aéreo ocurrido el pasado sábado 20 de febrero en Changallo, Ilopango. Ambos fueron estudiantes de esa institución.
Para todo el personal docente, lo que sucedió fue un hecho que calificaron como devastador. La menor de 15 años, era estudiante de primer año de bachillerato general, mientras que su hermano Mario, de 28, se graduó con honores en el año 2008.
Ambos estudiantes serán recordados por su dedicación, esfuerzo y servicio dentro de la institución educativa. Los hermanos y un joven más murieron la mañana del sábado 20 de febrero en un accidente aéreo ocurrido en la zona de Changallo. Mientras que otra persona fue rescatada con vida y trasladada a un centro asistencial.
Aún no está claro el destino de la avioneta o si volaba como parte de alguna escuela de aviación, de las que operan en el aeropuerto de Ilopango.
Este domingo, en San Juan Opico hubo una emotiva despedida para los jóvenes.
“Expresamos nuestras más sinceras condolencias a la familia. Estamos orando por su fortaleza y consuelo en tan difíciles momentos”, escribieron autoridades de la escuela, a través de un comunicado en sus redes sociales.
Los maestros que asistieron al funeral llevaron a cabo una pequeña reflexión bíblica y una oración de consolidación y apoyo a las víctimas del accidente.
“En este momento, queremos expresar a la familia que no están solos. La pérdida es irreparable, pero confiamos en que Dios les dará fuerzas en este momento tan duro”, dijo el equipo de docentes.
Amantes de las matemáticas
Para los maestros de Matemáticas Roger Guardado y Yeimy Aguilera, ambos estudiantes serán recordados por su habilidad con los números. En cada clase, se destacaban por la facilidad de resolver todo tipo de ejercicios.
“Cuando sacaban un ocho de nota, ellos se preocupaban”, recuerda el profesor Guardado y lamenta la pérdida de los hermanos.
Por otra parte, la profesora Aguilera relata que la hermana de Mario tenía un “espíritu colaborador” dentro de la institución.
“Ella nunca decía que no”, recuerda. Para el maestro Guardado, Mario era un alumno ejemplar en todos los aspectos. “Es difícil pensar en algo negativo. Por el contrario, recordar su nombre sólo me trae a la memoria aspectos positivos a imitar”, dice.
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Además del gusto por las matemáticas, Mario representó por varios años a la institución siendo parte de la banda musical. Cada 15 de septiembre y en otras fechas conmemorativas, el joven viajaba a diferentes partes del país para participar en los desfiles y presentaciones. “Mario era un joven completo en todo los sentidos. Se involucraba en todo”, recuerda Guardado.
Yessenia Chicas, otra de las maestras de la institución educativa, manifiesta sentir dolor por la pérdida de los hermanos. Ella recuerda que la hermana de Mario, cada semana, le regalaba una rosa cortada del jardín de su casa. “Llegamos a ser tan unidas. Aún no logro creer que ella no está. La llevaré en el corazón”, dice la profesora.
Los restos de los tres jóvenes que murieron en un accidente aéreo, registrado este 20 de febrero, fueron rescatados y retirados por Bomberos y Comandos de Salvamento
Los cuerpos de las víctimas fueron llevados a casa de los familiares durante la mañana del domingo 21 de febrero. Flores de todos colores adornaban los alrededores de las cajas fúnebres y una fotografía de los estudiantes anunciaba luto y dolor.
“Los padres están devastados, gritan y gritan lamentando la perdida de sus dos hijos. Estamos acá para apoyarlos e intentar confortarlos”, comenta Mauricio Aguilar, pastor del colegio Adventista.