Un grupo de nicaragüenses que labora en el municipio de San Alejo llegó, ayer, a la ciudad de La Unión con el propósito de recibir la primera dosis de vacuna anticovid; sin embargo sus esfuerzos no dieron los frutos esperados porque el personal de Salud, de la unidad móvil, rechazó aplicarle la inmunización, con el alegato de que no tenían cita programada.
El grupo estaba formado por unos 15 hombres, quienes se dedican a la producción de sal en el cantón Los Jiotes o son jornaleros en el cantón Cercos de Piedras.
De acuerdo con la explicación de los nicaragüenses, sus datos ya habían sido ingresados al sistema, con ayuda de personal de Salud en sus comunidades; y que fueron ellos quienes les orientaron para que llegaran a la unidad móvil de vacunación, instalada ayer en el parque central unionense.
Los extranjeros mostraron su carnet de identidad para solicitar la inmunización, pero el personal del ministerio expuso que ellos no aparecen en el sistema, que primero deben sacar la cita para que les asignen día y lugar de vacunación.
Los nicaragüenses lamentaron lo ocurrido pues ellos pidieron vacunael día libre en sus trabajos para viajar a vacunarse, pro ende no recibirán el pago de la jornada; además, tuvieron que pagar 20 dólares de transporte para que un pick up les hiciera el viaje de ida y vuelta.
Jeremías Quiroz García, de 57 años, lamentó que dejó de trabajar y ganar los 15 dólares que le pagan de la jornada en las salineras y tuvo que hacer gastos extras en el transporte, “es lamentable haber hecho tanto sacrificio solo para que los de ministerio nos digan que no pueden vacunarnos porque aún no les aparecemos en el sistema, y eso no es posible porque a nosotros ya nos ingresaron todos los datos después del anuncio que dio el presidente del país”, agregó.
El 18 de octubre, a las 6:17 p.m., que el presidente de la República, Nayib Bukele, anunció en su cuenta personal de Twitter que estaba habilitada “la vacunación contra el #COVID-19 para extranjeros”. Incluidas “todas las personas que vivan con estatus irregular en nuestro país y para turistas”.
En el cantón Los Jiotes se concentra la mano de obra de los extranjeros en la producción de sal, todos llegan atraídos porque el pago lo reciben en dólares. Una vez finalizando el invierno empiezan los trabajos de preparación en los terrenos donde se hace el proceso para la producción de sal.
Quiroz García explicó que tiene 27 años de vivir en el cantón Los Jiotes, por falta de recursos económicos no ha logrado solventar su estatus migratorio. Asegura que los costos rondan los $5,000 en todo el proceso para poder tener la residencia salvadoreña.
Otro de los afectados es Orlando González de 57 años. Él se dedica al trabajo de la ganadería, en el cantón Cercos de Piedras en San Alejo, y explicó que ha intentado hacer la cita pero ha tenido problema con el sistema, “urge que nos vacunemos porque nosotros andamos trabajando en las comunidades donde estamos viviendo y es un riesgo no vacunarse”, agregó.
Las poblaciones de nicaragüenses y hondureños que viven en el país siguen reclamando que enfrentan dificultades para que el estado salvadoreño les cumpla con ese derecho universal a la salud.
La Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) contabiliza que en El Salvador viven 2,367 personas hondureñas, y 3,258 nicaragüenses, de acuerdo con datos proporcionados por la Oficina de Información y Respuesta/Unidad de Acceso a la Información Pública, luego de solicitarles la estadística para el periodo 2009-julio 2021.
De estas personas, solo 635 hondureñas y 135 nicaragüenses cuentan con el carnet de residencia definitiva.