A un año de haber iniciado la aventura que le está cambiado la vida tras ganarse una beca, la salvadoreña Rosa Palacios, de 21 años, está por iniciar sus estudios en la carrera de Administración Financiera en la universidad de Hradec Králové, en República Checa.
Para Rosa no ha sido nada fácil, aún con la beca que le otorgó el país Checo y luego de estudiar el idioma, ella tuvo que aplicar a las universidades de allá como un ciudadano más. La única opción era pasar las pruebas o regresaría al país; sin embargo, con la confianza que siempre la ha caracterizado logró superar cada reto y está por comenzar su formación superior.
“Es impactante para los demás que se encuentre una salvadoreña estudiando en este país. Me dicen que El Salvador es muy pequeño y casi nadie lo conoce, pero yo me siento entusiasmada y estoy demostrando de lo que somos capaz”, expresó emocionada la joven, quien se comunica a través de videollamadas con su familia.
La chica emprendió el viaje el 4 de septiembre de 2017 a la ciudad de Pod?brady, donde por un año se dedicó aprender checo, en la Universidad de Karlova Újop.
Joven salvadoreño logra beca para estudiar en Rusia
César Tesorero viajó a Rusia el 22 de septiembre para iniciar sus estudios en Biología en la Universidad Estatal de San Petersburgo.
Luego se trasladó a la ciudad de Hradec Králové, en la que pasará cinco años estudiando para obtener la licenciatura y maestría en Administración Financiera.
De pequeños a pasos agigantados
Hace más de un año (el 4 de septiembre de 2017), Rosa tuvo que despedirse de su familia, asegura que un “hasta pronto” serviría para controlar la mezcla de sentimiento que la invadían en ese entonces.
Ocho meses antes, cuando aplicó a la beca por internet, en la búsqueda de un futuro mejor, nunca imaginó que su decisión la llevaría a superar grandes retos.
“En mi persona no dimensionaba la realidad y de lo que significaría esta oportunidad”, describió la joven, que era incrédula en aquel momento. Rosa realizó sus estudios de primaria a bachillerato en el Colegio Externado San José, donde destacó por su rendimiento escolar.
Motivada por los consejos de su padre, Martín Palacios, quien le enseñó que la perseverancia es la clave del éxito, hizo que resonara en ella la incesante idea de una educación en el exterior.
“Siempre tuve la idea de estudiar fuera del país. Me decidí a ser perseverante y sigo luchando hasta lograrlo”, afirmó con gran convicción Rosa.
Al salir del bachillerato, en 2015, fue cuando comenzaron los primeros pasos de la joven hacia la construcción de un futuro prometedor.
En enero de 2016, inició los estudios a nivel superior en la carrera de ingeniería industrial en una universidad privada del país, enfocándose en los estudios sin perder de vista su misión.
Mientras se formaba también se concentró en la búsqueda de oportunidades en línea, a las cuales aplicó en diversas ocasiones, una de ellas fue para Brasil, pero solo le otorgaron media beca
Su hermano, Boris Palacios, siempre fue el confidente de las aspiraciones y propósitos de la joven, los cuales compartiría con sus padres hasta tener la certeza de lograr una beca.
Conscientes de la carencia de un sistema formal de educación musical en El Salvador, traspasaron fronteras para alcanzar la profesionalización.
El primer año de universidad, también fue el primero de trabajo para Rosa, ya que laboró en un call center (centro de llamadas). Su padre y madre, Rosa de Palacios, le enseñaron el valor del trabajo desde muy temprano.
“Me dijeron que todo esfuerzo tiene su recompensa y yo debía ir construyendo mi futuro”, explicó la decida joven, al recordar que en más de una ocasión tuvo que intercambiar algunas horas de diversión para cumplir su meta.
En enero de 2017 cuando estaba en una capacitación del trabajo, Rosa recibió un correo que la hacia acreedora de la beca en República Checa, un proceso que duró ocho meses.
Un año fuera del país
Momentos de altas y bajas han hecho una experiencia más gratificante para Rosa, quien ya habla checo y ha comenzado los estudios universitarios.
Un año de afrontar nuevos retos, adaptarse a diferentes costumbres y asimilar una nueva vida, alejada de su familia, ha hecho de la joven una persona integral.
A más de nueve mil kilómetros de distancia y ocho horas de viaje en avión, la joven sigue unida a su familia, quien a través de videollamadas realizan largas pláticas sobre su nueva vida. En sus corazones crece el deseo de ver triunfar a la chica, que con su ejemplo e inspiración está dando a conocer el país que la vio crecer y al que espera regresar al finalizar sus estudios.