Unicef preocupada por cierre de escuelas debido al impacto de la pandemia

El organismo prevé que el número de infantes que no van a la escuela aumente en 24 millones, y advierte retrocesos en los aprendizajes

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Una disminución en la matricula del 20% obligó al cierre del Kínder Pasitos. Foto EDH / Francisco Rubio

Por Susana Joma

2021-01-17 8:47:16

La directora Ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, externó su preocupación por el impacto que el cierre de escuelas ha generado a la población escolar en todo el mundo, en el marco de la pandemia.

Fore, en una declaratoria del 12 de enero, dijo que a medida que la pandemia del COVID-19 llega a su segundo año, “no se deben escatimar esfuerzos para mantener las escuelas abiertas o darles prioridad en los planes de reapertura”.

Precisó que si bien hay pruebas contundentes acerca de los efectos del cierre de las escuelas sobre los niños, así como evidencia de que estos centros no son la causa de la pandemia, muchos países han optado por mantenerlas cerradas y algunas no abren desde hace casi un año.

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Además, destacó que los cierres de instituciones educativas en lo más duro de los confinamientos afectaron al 90 % de estudiantes a nivel mundial, además de que privó de acceso a la educación a distancia a más de una tercera parte de los niños en edad escolar; algo que califica como un precio devastador.

“Se prevé que el número de niños y niñas que no van a la escuela aumente en 24 millones, un nivel que no se había registrado en años y contra el que hemos luchado intensamente”, aseguró.

El impacto de la no asistencia presencial, según explicó Henrietta Fore, tiene que ver con que la capacidad de los niños de leer, escribir y realizar operaciones básicas se ha deteriorado, mientras las habilidades que estos requerirán para salir adelante en el ámbito económico del siglo XXI han disminuido. “Su salud, su desarrollo, su seguridad y su bienestar están en peligro. Los niños más vulnerables sufrirán las peores consecuencias”, afirmó.

Añadió que a los niños que están en condición de vulnerabilidad les afecta las ausencias de comidas escolares y en general, a todos les afecta la falta de interacciones diarias con sus compañeros y la reducción de la movilidad. “Evaluar el riesgo de transmisión a nivel local debería ser un factor determinante en las decisiones relacionadas con el funcionamiento de las escuelas”, indicó.