La UNESCO destaca impacto de la pandemia en la Educación Superior

En El Salvador la deserción en este nivel educativo fue del 1.5% de estudiantes, equivalente a 2,953 alumnos de un total de 191,914.

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17 de junio de 2021 La Universidad Tecnológica de El Salvador estrena en el ciclo 1/2021 la Lic. en Diseño Gráfico modalidad no presencial, con métodos de enseñanza que garantizan excelentes resultados en las distintas áreas de preparación. Gracias a la demanda del sector y al esfuerzo que realiza la institución por brindarle a los estudiantes la mejor calidad académica en el rubro del diseño y sus diferentes ramas, la universidad tomó a bien aplicar la modalidad no presencial a dicha carrera. Entrevista a Ing. Francisco Armando Zepeda, Decano de la Facultad de Informática y Ciencias Aplicadas de la UTEC. EDH/Jessica Orellana

Por Susana Joma

2021-08-24 4:30:13

Un reciente reporte de la UNESCO ubica al país como una de las 15 naciones de América Latina cuyas instituciones de Educación Superior (IES), que a más de un año de la pandemia de la covid-19, están abiertas parcialmente y trabajan bajo un modelo híbrido, es decir que combina clases semipresenciales con virtuales.

El documento que ha sido publicado por el Instituto Internacional para la Educación Superior de América Latina (iesalc), de la UNESCO, bajo el título “Covid-19: Hacia la reapertura de la educación superior en América Latina y el Caribe”, contiene un mapa en el que se refleja los que tienen actualmente esta dinámica de continuidad educativa.

Las naciones son México, Guatemala, El Salvador, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y República Dominicana.

Según el mapa solo en Nicaragua los centros de enseñanza superior están totalmente abiertos, es decir con clases presenciales.

La UNESCO señala que en general los estudiantes universitarios latinoamericanos continúan sufriendo el impacto de la pandemia, ya sea porque las instituciones operan de forma parcial o porque están cerradas con enseñanza totalmente en línea; esto último caso se da en los vecinos Honduras, Costa Rica, así como en Jamaica, Cuba y Haití; mientras Panamá y Bahamas figuran en receso académico.

El organismo también presenta un mapa con planes de reapertura de la educación superior en el segundo semestre de 2021 o el primer semestre del 2022, que dependerá del nivel de casos de covid-19, el avance de la vacunación y los protocolos que defina cada país, información sobre la que también arroja luces.

La información por países apunta a que Honduras tiene planeado mantener el cierre de clases presenciales en las aulas universitarias. Sin embargo, El Salvador se mantendrá en el modelo híbrido, mientras otras naciones avanzarán hacia la apertura (clases totalmente presenciales) como el caso de México, Venezuela y Ecuador.

En el caso de El Salvador, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Venezuela figuran sin datos en cuanto a lo relacionado con la disponibilidad de protocolos de bioseguridad que se aplicarán en las universidades.

Óscar Picardo Joao, especialista educativo, sostiene que la falta de información sobre protocolos en el caso de El Salvador podría tratarse de un problema de comunicación, puesto que a su criterio el sistema educativo superior salvadoreño ha sido de los más aventajados en trabajar en esa herramienta, presentarlas y aplicarlas.

“Afecta un poco la imagen del sistema a nivel internacional (esa falta de datos) porque estos informes circulan a nivel hemisférico y aparecer como si no tenemos nada deja una impresión de informalidad, o de incapacidad, digamos, cosa que no fue así”, indica Picardo Joao sobre la falta de data.

Baja deserción en El Salvador

Consultado sobre el panorama en este nivel educativo, Picardo Joao, quien dirige el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación, de la Universidad Francisco Gavidia, expresó que si bien en El Salvador se esperaba un descenso importante en la matrícula universitaria, a la larga el impacto fue menor.

“Realmente uno pronosticaba un escenario mucho más adverso, con no menos de un 15 % de deserción (cerca de 29,000 estudiantes) y al final la deserción fue muy baja, extremadamente baja (1.5 %), lo cual es muy positivo”, indicó.
Según los datos provistos por el investigador en 2019 la matrícula en las 44 instituciones de Educación Superior del país rondó los 191,914; en 2020 los centros de enseñanza terminaron con 188,961 y en 2021 se cuenta con una población de 189,117 estudiantes.

Picardo Joao señala que de los 2,953 alumnos que el año pasado desertaron de Educación Superior solo se han recuperado 156, algo que considera ha sido lento y que estaría vinculado con el hecho de que muchos estudiantes que trabajan para costear sus estudios podrían haber perdido sus fuentes de ingreso.

“Los estudiantes full time que son digamos de la ESEN, de la Mónica Herrera, quizás de la Matías son pocos; la mayoría de estudiantes de otras universidades, incluyendo la Gavidia, UTEC, Don Bosco, UCA, muchos de estos estudiantes trabajan; entonces me imagino que habrá algunos que todavía no han recuperado el tema de empleo o hay problemas económicos y son esos los que realmente están fuera del sistema”, citó.

De acuerdo a lo que expuso, la deserción ha sido equitativa tanto en las carreras de pregrado como postgrado.
¿Cómo visualiza el panorama al cierre del 2021 e inicios del 2022?

El doctor Óscar Picardo apunta que dado que la mayoría de universidades han optado por un sistema de atención híbrido con formato online y poca presencialidad limitada a talleres, prácticas, todo apunta que se podría cerrar el año bajo esa forma.

“Eso significa que hubo una buena normalización del modelo online pese a los problemas, probablemente terminemos el año así, no se ve que haya mayores cambios para este segundo semestre”, afirmó el investigador.

Lo que Picardo Joao no descarta es que haya problemas es en la calidad de la enseñanza que se imparte, porque si bien las universidades se venían preparando para la educación en línea, aún hay docentes que no tenían dominio de tecnologías de la comunicación en información.

Según comenta, un análisis que realizaron meses atrás sobre la planta docente de la UFG mostró que el 60 % tenía las habilidades tecnológicas que se requieren para brindar servicio educativo en línea, mientras el otro 40 % estaba en proceso de obtenerlas.

El especialista, en una columna de opinión publicada en abril de 2020, ya señalaba que: “Una educación a distancia efectiva mediada por internet necesita al menos; a) Un docente formado como tutor y alfabetizado tecnológicamente hablando; b) Un modelo educativo pedagógico digital; c) Una planificación educativa diferente a la usual; de) Una plataforma educativa con foros, recursos digitales, materiales multimedia, transmedia y herramientas de evaluación digital; e) Ancho de banda de internet adecuado; f) equipo PC o laptop, ¿cuántos estudiantes tienen esto?”

Nota: El artículo completo de la Unesco sobre Educación Superior puede leerse en: https://www.iesalc.unesco.org/covid-19-hacia-la-reapertura-de-la-educacion-superior-en-america-latina-y-el-caribe/