Empresas ADOC fue fundada en 1953, cuando mi abuelo Roberto le dio vida a un sueño noble y ambicioso de calzar a los salvadoreños y generar empleo. La solidaridad es parte de nuestro ADN y es por lo que siempre hemos estado activamente aportando al desarrollo socioeconómico de El Salvador y la de Región. En ADOC, la actividad empresarial va de la mano con la inversión social. Nuestra filosofía es que no pueden existir empresas exitosas en sociedades fallidas.
Nos sentimos sumamente agradecidos y orgullosos de todos nuestros colaboradores por su compromiso e incansable labor a lo largo de estos 67 años. La historia de ADOC es un testamento al espíritu emprendedor, luchador y perseverante de los salvadoreños.
A raíz del Estado de Emergencia Nacional y la Ley de Cuarentena, se nos ha obligado a paralizar nuestras operaciones comerciales, fabriles y de exportación desde el mes de marzo, pero hemos hecho todo lo posible para proteger la salud, el bienestar y la seguridad laboral de nuestros colaboradores y sus familias. Esa ha sido y seguirá siendo nuestra prioridad ante esta crisis.
Ante esta pandemia que enfrenta El Salvador y con ese espíritu solidario y emprendedor, tomamos la decisión de invertir en la transformación de nuestras fábricas para poder apoyar la emergencia nacional fabricando mascarillas, alcohol gel y bandejas para la sanitización de calzado.
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Reconocemos el gran reto que enfrenta el Gobierno de El Salvador para mitigar los riesgos de salud ante esta pandemia mundial, pero es preocupante escuchar una discusión sobre “dos agendas”, la salud o la economía. Me gustaría proponer otra forma de verlo y es que existe una sola agenda que tiene dos objetivos fundamentales que no son mutuamente excluyentes. Es factible definir un plan que logre atender la salud y la economía. Como todo en la vida, las cosas no son solo blancas o negras.
Una cuarentena indefinida sin un plan integral simplemente no es sostenible en El Salvador ni en cualquier otro país del mundo. Es prioritario trabajar conjuntamente en un plan de reactivación gradual respetando todos los protocolos de salud (como el que recientemente presentó INCAE) consensuado que nos permita alcanzar un objetivo común y primordial; controlar la propagación del COVID-19 (cuidar vidas) y proteger el empleo y sustento de nuestra población. Estamos enfrentando un reto inmenso y transcendental como nación, el cual solo podemos enfrentar unidos a través de un dialogo constructivo y transparente y una colaboración efectiva entre el Gobierno de El Salvador, el sector productivo y la sociedad civil.
Existen otros países como Costa Rica, Uruguay y Taiwán que han demostrado que se puede colaborar e implementar un plan integral de manera exitosa para evitar la tormenta perfecta; una destrucción de la economía nacional, altos niveles de desempleo y una inevitable crisis de pobreza y hambre.
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Me gustaría hacer un llamado a todos los salvadoreños. Es hora de demostrarle al mundo que somos “cachimbones” y que podemos unirnos detrás de un objetivo común para superar esta pandemia y asegurar el bienestar socioeconómico de nuestro país. ¡Los salvadoreños y sobretodo el Gobierno de El Salvador, tenemos una gran oportunidad de estar en el lado correcto de la historia y en la lista de países que lograron implementar una estrategia exitosa ante el COVID-19!
Arturo Sagrera es presidente de ADOC y Director General del programa Supérate