El juez de Sentencia de Usulután aceptó la solicitud de la Fiscalía General de la República (FGR) de cambiar el delito que inicialmente se le atribuía a Imelda Cortez, de intento de homicidio agravado por desamparo de personas.
Cortez fue detenida al ser acusada de la muerte de su hija, una bebé recién nacida, el 17 de abril de 2017. Imelda tenía 12 años cuando fue abusada por su padrastro y luego de eso quedó embarazada, ella alega que no sabía que estaba en cinta pues el agresor, además de amenazarla para que no lo denunciara ante las autoridades, le había dicho que era estéril.
Una tarde abril, Imelda sufrió fuertes dolores en su vientre, que la llevaron a una letrina de su humilde casa en Jiquilisco, una zona rural del departamento de Usulután, donde se produjo el “parto involuntario”.