“Desde que estaba niño mi papá me traía a la feria del pueblo a comprar la caña de azúcar, lo sigo haciendo y es una vieja costumbre que nos heredaron que para enero tenemos listo el dinerito para comprar el camote, el batido o la caña de azúcar”, rememora Rafael Fermán, lugareño que reside en la zona rural de San Alejo.
En San Alejo se celebran las fiestas titulares en honor al Señor de los Milagros del 7 al 15 de enero, temporada de la llegada de los vendedores de la caña de azúcar, el camote horneado o crudo y los batidos de dulces.
Son alrededor de 12 los vendedores que llegan cada año desde el cantón El Amate de San Miguel a la ciudad de San Alejo a vender la caña, el batido, el camote que es bastante comercializado entre los residentes del municipio y pobladores de los alrededores del municipio.
Inmar Barrera, alcalde de San Alejo, dice que si durante una feria en San Alejo falta la venta de estas tradiciones, eso no es feria.
“Son décadas que nuestra gente viene para la feria a comprar un dólar de caña, el camote o el batido porque es una tradición que nos dejaron desde nuestros bisabuelos”.
Concepción Jandres, vendedora, residente en cantón El Amate, dice que para ellos como vendedores también es una tradición que traen desde sus abuelos, quienes viajaban desde San Miguel a vender para la feria del pueblo, “ya tengo 40 años de venir a vender estas tradiciones que es lo que más busca la gente durante las fiestas de enero”.
Roxana González, otra vendedora, recuerda cuando su abuela viajaba en carretas desde San Miguel a vender a la feria, “se tardaban hasta cuatro días para llegar hasta el pueblo, se traía cargadas las carretas con jícamas, camotes, la caña de azúcar y el batido”.