EL 25% de huevos de tortuga marina se pierde por falta de fondos para anidación

En el país hay una veda total y permanente al consumo de huevos; sin embargo, la falta de recursos económicos no permite toda su recolección en la playa de Barra de Santiago, en Jujutla.

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Foto EDH /

Por Cristian Díaz

2021-12-24 2:47:37

AHUACHAPÁN. La Asociación de Desarrollo Comunal de Mujeres de la Barra de Santiago (AMBAS), ubicada en Jujutla, Ahuachapán, logró la recolección de 85,026 huevos de tortuga marina, principalmente de la especie golfina.

Sin embargo, la falta de recursos económicos no permite que los alcances sean mayores, ya que una acumulación que supera las 20,000 unidades, aproximadamente, es dejada en los nidos, lo que representa una amenaza para estos de que sean devorados por otros animales o personas inescrupulosas los extraigan para comercializarlos en el mercado negro para el consumo.

Cerca del 25% de los huevos, en relación con la cantidad recolectada en año anteriores, son los que ya no son recolectados por el proyecto por falta de fondos.

La temporada de anidación de las tortugas inicia en julio y finaliza en diciembre; sin embargo, la asociación dejó de recibir huevos para su incubación en octubre por la falta de fondos pues debe de pagar a las personas que se dedican a buscar los nidos que hacen las tortugas en la arena y posteriormente llevan los huevos a los viveros, donde son incubados para esperar su eclosión.

El Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) otorgó $15,000 para cancelar la recolección de huevos.

El biólogo y técnico por parte de AMBAS, Eder Caseros, explicó que tienen un registro de 100 personas que se dedican a la búsqueda de huevos.

Ellos reciben una compensación de $2.50 por cada docena que entregan al proyecto; pero adicional, brindan dos unidades extras como contrapartida, es decir que reciben un pago por cada catorcena.

AMBAS trabaja en temas ambientales desde 1999; sin embargo, el esfuerzo para mantener las poblaciones de tortugas marinas es desde el 2008.

"En octubre cerramos los viveros porque prácticamente ya no contamos con fondos, llegamos a la meta rápido y tortugas estaban saliendo. Sin embargo ya no pudimos hacer mayor adquisición de huevos. No cualquier donante da esa cifra (otorgada por FIAES) para gastarla nada más así porque sí. Lastimosamente desde que incubamos el huevo, el neonato nace y se libera prácticamente ya no podemos darle un seguimiento continuo porque los individuos se van. Sin embargo sí hemos visto que a mediano y largo plazo, sus poblaciones se han mantenido y han venido creciendo, que es la abundancia que estamos teniendo hoy en día en playa”, expresó el biólogo, quien lamentó que parte de los huevos marinos se van al mercado negro.

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) señala en su página web que en el país hay una veda total y permanente al aprovechamiento de huevos, carne, grasa, aceite, sangre, huesos, especímenes disecados, caparazones, fragmentos y productos elaborados de caparazones de todas las especies de tortugas marinas.

“Quien infrinja esta restricción puede ser encarcelado hasta por cinco años y pagar multas de hasta cien salarios mínimos”, advierte la dependencia gubernamental.

Agregó que las tortugas marinas pueden poner más de 150 huevos por nido y pueden anidar varias veces en cada estación, con lo cual compensan las altas tasas de mortalidad que impiden a la mayoría de las tortugas marinas llegar a la madurez.

Caseros señaló que la falta de fondos tampoco permite implementar un proyecto de viveros durante todo el año para otras especies de tortuga marina, como la prieta, carey, y baule.
Esta última reconocida en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

 

El desove de una tortuga marina de la especie golfina, a orillas de la playa El Icacal, en Intipucá, La Unión, el pasado 10 de enero a las 9:00 de la noche. Es mi mejor fotografía del año; con esas imágenes logramos concientizar a las autoridades del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) la importancia de autorizar de nuevo el financiamiento al Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), para el funcionamiento del proyecto del corral de incubación de huevos de tortugas marina en la playa El Icacal. De acuerdo con los pobladores, fue gracias a ese reportaje, que el Ministerio autorizó la continuidad del vivero. Foto EDH/ Insy Mendoza

Las anidaciones de dichas especies se dan principalmente entre diciembre y marzo; pero debido a que son en menor cantidad, no pueden mantener los costos que implica mantener activos los viveros y el pago de las personas que recolectan los huevos.

“Estamos tratando de conseguir otras iniciativas u otros fondos para no quedarnos desabastecidos; pero es bastante complicado porque no cualquier donante puede dar esas cifras o esas cantidades para poder manejar un vivero de esa magnitud (que funcione durante todo el año)”, expresó Caseros.