Tras un año albergados, residentes regresan a sus casas al borde de una cárcava en Soyapango con la promesa de una vivienda segura

Los afectados pasaron casi un año viviendo en un kinder pero esta semana tuvieron que desalojar porque en el lugar se impartirán clases. El gobierno les ha prometido una casa de $25 mil para cada familia.

Más de 25 familias volvieron a sus casas colapsadas en la colonia Atonal. Se encontraban albergadas en una escuela de la zona, desde la tormenta Amanda, pero el reinicio de clases les llevó a tomar la dura decisión, autoridades les recomendaron no hacerlo y se encuentran en la búsqueda de un nuevo hogar.

Por Lissette Lemus

2021-04-22 6:31:30

José Alcides Arce trabajó 39 años de su vida como transportista para poder comprar con esfuerzo un pequeño apartamento de dos cuartos, sala y baño en el complejo de apartamentos Atonal, en el municipio de Soyapango, los cuales ahora están al borde del precipicio por una cárcava que ha ido socavando terreno en cada invierno. 

La situación empeoró con la tormenta Amanda y los residentes de las viviendas más afectadas fueron albergados en un kinder de la zona, donde permanecieron desde junio de 2020 hasta la semana pasada.

Para don Alcides el tiempo en el refugio ha sido uno de los momentos más duros de su vida que hasta ahora se rompe cuando lo recuerda, “de repente salir así por así, no es fácil”, expresa con su voz quebrantada mientras permanece en una silla de ruedas en la sala que también utiliza como dormitorio debido a su discapacidad. 

Alcides Arce espera poder encontrar una vivienda para ser beneficiado por el gobierno. Foto EDH/ Lissette Lemus

Alcides no siempre necesitó de una silla de ruedas. El señor de 55 años narra que cuando estaba en el albergue tuvo una crisis emocional y eso le agravó la diabetes al punto que tuvieron que amputarle la pierna derecha.  “Me llegó una crisis terrible, el hecho de que ya no iba a venir a mi casa, luego la situación se puso terrible, nos abandonaron, ya no tuvimos quien nos diera de comer”, relata con tristeza.

FOTOS: La histórica cárcava de la Residencial Santa Lucía lleva más de una década siendo reparada

La semana pasada todas las personas que aún se encontraban en el kinder fueron desalojados debido a que el recinto será utilizado para las clases. “Las autoridades nos pidieron que no regresemos a nuestras viviendas y nos querían mandar a otro albergue en un lugar que ni siquiera conocemos”, comenta don Alcides. 

Los afectados expusieron a las autoridades que no se pueden ir a otro lugar porque algunos todavía tienen pertenencias en sus apartamentos y por el tema de seguridad, pues la zona es identificada como territorio controlado por la pandilla 18, lo que les pone en peligro aunque la mayoría de los afectados son personas mayores. 

Promesa de vivienda 

Ante la negativa de irse a otro centro regresaron a sus casas a pesar del peligro, pero con la promesa de que el gobierno les ayudará a obtener una vivienda segura.  “Nos pidieron que busquemos casa en cualquier parte del país y que ellos nos van a comprar la casa, nos vamos a tener que pagar nada, es totalmente regalada”, comenta Miguel Antonio Morales Alas, 51 años, y quien se encuentra en una situación grave porque la acera de su apartamento ya está prácticamente en el aire.  

Según explicaron tres personas de las que serán beneficiadas, el trámite lo están haciendo con personal de FONAVIPO, quienes les explicaron que la casa no puede exceder un costo de 25 mil dólares y uno de los requisitos es que ellos no tengan otra propiedad a su nombre. La mayoría de beneficiados están buscando vivienda en la misma zona aunque comentan que no es fácil. 

La vivienda de Miguel Morales fue afectada por un deslizamiento. Foto EDH/ Eduardo Alvarenga

La donación de viviendas para las personas que estaban en el albergue resuelve solo una parte del problema, si no se realizan obras de mitigación la cárcava podría extenderse con la llegada del invierno que se avecina. “Vinieron a inspeccionar pero dijeron que no iban a arreglar por el momento, solo pusieron carpeta (plástico)”, explica Mauricio Valle, quien por el momento se encuentra en búsqueda de una casa para obtener la ayuda prometida, debido a que su casa es una de las que está más próxima a la zanja.

A pesar del peligro varias personas no tienen otra opción que vivir a la orilla de esta quebrada. Foto EDH/ Lissette Lemus

En el caso de Alcides, quien no puede movilizarse fácilmente en la zona por la falta de accesibilidad para personas como él, es su esposa la que se encarga de salir a buscar una opción de vivienda en la zona.

La búsqueda se le dificulta porque ella es la única que trabaja. Además, la familia tiene muchas necesidades, pues solo viven con lo que  la esposa de Alcides gana de lavar y planchar ropa ajena. Su hijo de 15 años es estudiante y está aprendiendo mecánica automotriz. “Ya tenemos todo listo solo nos falta lo principal encontrar la casa”, comenta con esperanza Alcides, mientras muestra la parte de su casa que está pronta a derrumbarse.