El Salvador, al nivel de México, Honduras y Guatemala en índice de democracia

Estos países son considerados regímenes híbridos, pues conviven con prácticas autoritarias como acoso a periodistas y cooptación del poder judicial.

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El presidente de México Andrés Manuel Lopez Obrador y el presidente Nayib Bukele han sido catalogados como populistas por The Economist. Foto EDH / AFP

Por Ricardo Avelar

2022-02-12 7:40:52

Por segundo año consecutivo, El Salvador ha entrado a la categoría de los países con regímenes híbridos en el índice anual de la democracia, elaborado por el semanario británico The Economist.

Esta categoría significa que en el país algunas prácticas democráticas conviven con rasgos autoritarios en el gobierno, y supone una caída desde la categoría de “democracia con fallas” en la que hasta hace dos años se ubicaba El Salvador.

Según The Economist, El Salvador es uno de los países donde más se nota el deterioro de la democracia. De hecho, considera que está siendo gobernado por un presidente que se comporta como un “populista iliberal”, al estilo de los controversiales Jair Bolsonaro y Andrés Manuel López Obrador, de Brasil y México respectivamente.

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Régimen híbrido

De los 167 países evaluados por The Economist, El Salvador se coloca en la posición 79 y su calificación es de 5.72 sobre 10 (siendo 10 la mayor calidad de democracia).

Esto lo coloca en una categoría de países que conviven con prácticas autoritarias constantemente. Según la misma medición, en los regímenes híbridos las elecciones muestran irregularidades sustanciales que a menudo les impiden ser libres y justas.

Además, en estos países es común que los gobiernos ejerzan presión sobre los partidos de oposición y otros candidatos. Otra característica de estos regímenes es que “la corrupción tiende a estar diseminada y el Estado de derecho es débil, la sociedad civil es débil”. Finalmente, destacan “acoso y presión a periodistas y el aparato judicial no es independiente”.

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En las más recientes elecciones, organizaciones de sociedad civil y partidos de oposición denunciaron el uso de recursos públicos para la campaña oficialista. Además, hubo un bloqueo financiero a las municipalidades y a los partidos opositores.

El combate a la corrupción ha sido debilitado y activistas pro transparencia, así como periodistas han sufrido ataques y acoso del régimen. Finalmente, hay intentos por controlar el aparato judicial.

En resumen, la caracterización de The Economist parece coincidir con el día a día de El Salvador bajo el gobierno de Nayib Bukele.

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Vecindario desafortunado

En la región, El Salvador comparte categoría con países cuyo récord democrático es cuestionable y donde se suele perseguir a aquellos que disienten, denuncian corrupción, se oponen al gobierno o ejercitan el periodismo.

En la categoría de regímenes híbridos, están países como México, donde hay una epidemia de violencia contra periodistas, quienes viven en constante peligro de ser asesinados por mafias, en ocasiones coludidas con gobiernos locales. Además, aparece Guatemala, donde el narcotráfico ha perneado diferentes estructuras y donde fiscales anticorrupción enfrentan persecución o han tenido que dejar el país. Finalmente, El Salvador comparte categoría con Honduras, donde hay acusaciones de narcotráfico en contra del presidente saliente, Juan Orlando Hernández; y donde grupos criminales controlan grandes porciones del territorio.