“La politización de instituciones amenaza la democracia” en El Salvador, afirma informe de The Economist

En su informe anual, la revista británica considera que hay un debilitamiento significativo de la democracia y que el balance de poderes está cada vez más débil. Esto además puede debilitar las relaciones internacionales de El Salvador, advierten.

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Rodeado de militares, Nayib Bukele acusó a la comunidad internacional de financiar marchas en su contra en septiembre de 2021. Foto EDH / Casa Presidencial

Por Ricardo Avelar

2022-01-07 10:07:50

“El gobierno del presidente Nayib Bukele ha extendido un notorio control sobre el Órgano Judicial y seguirá incrementando su influencia sobre instituciones públicas”, afirma el más reciente informe de la Unidad de Inteligencia del semanario británico The Economist.

Año con año, la unidad de inteligencia de mercados de este prestigioso medio internacional realiza un diagnóstico de cada país, en el que resalta sus principales tendencias, retos y oportunidades en lo político, lo económico, lo social y sus proyecciones de relaciones internacionales.

En su evaluación sobre El Salvador al cierre de 2021, The Economist resalta una creciente concentración del poder en torno a una sola persona, el presidente de la República.

Y su análisis coincide con la realidad. Además de haberse agenciado una mayoría calificada en el Legislativo por la vía electoral, el oficialismo dio un golpe a la Constitución el 1 de mayo, día en que los diputados que responden a Nayib Bukele removieron de forma ilegal y forzosa a los magistrados de la Sala de lo Constitucional que incomodaron al Ejecutivo al limitarle su poder y anularle algunas de sus decisiones, especialmente al inicio de la pandemia.

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Estos magistrados que responden al oficialismo, por su parte, avalaron la reelección presidencial aunque la Constitución lo prohíbe. Y los diputados de Bukele también procedieron a remover a cientos de jueces y fiscales, dejando vacantes que podrían llenarse con abogados cercanos a su proyecto político.

Según The Economist, esta concentración “eleva dudas sobre las credenciales democráticas” del gobierno liderado por Bukele.

Gobernabilidad, pero…

Según el informe anual de The Economist, haber obtenido una mayoría calificada legislativa le garantiza al gobierno gobernabilidad. Es decir, que la agenda del Ejecutivo va a poder avanzar por la Asamblea Legislativa sin mayores contratiempos. “Esta súper mayoría legislativa ha eliminado los bloqueos legislativos que debilitaron los planes de reformas en el pasado, lo cual puede hacer expedita la creación de políticas públicas”, sostiene.

Sin embargo, el semanario británico sostiene que esta mayoría ha sido utilizada para nombrar “un Judicial leal, que ha abierto las puertas a la reelección presidencial”. La revista hace referencia a la resolución de septiembre de 2021 que avala que Bukele vuelva a correr en 2024, pese a que la Constitución establece abiertamente en su artículo 154 que “el período presidencial será de cinco años (…) sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más”.

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El informe también da cuenta de cómo las decisiones antidemocráticas de Bukele están generando constantes críticas de organizaciones de sociedad civil, de opositores y de otros países, como los Estados Unidos.

Pese a estas críticas, no auguran que el presidente vaya a rectificar el camino democrático. “Creemos que hay un riesgo sustancial de que instituciones como la Corte Suprema de Justicia perderán su independencia”.

Violencia y homicidios

La revista The Economist reconoce una significativa baja en la tasa de homicidios en el país. “Después de superar los 100 homicidios por cada 100,000 habitantes en 2015, la tasa cayó a 21 por cada 100,000 habitantes en 2020”, señala el informe. Además, cifras oficiales dan cuenta de que 2021 registró menos muertes violentas en el país.

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Si bien el presidente atribuye esto a sus planes de seguridad, particularmente el Plan Control Territorial, “la evidencia muestra un cambio de la cultura de las pandillas que ha reducido homicidios entre pandillas rivales”, señala The Economist.

Adicionalmente, hay señalamientos de negociaciones entre el gobierno y pandillas para reducir homicidios. Por estas, el gobierno de Estados Unidos ha sancionado al director de Centros Penales, Osiris Luna, y al director de la Unidad de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, quienes según Washington lideraron las conversaciones en las que se ofreció a las pandillas prebendas a cambio de cortar los asesinatos.

The Economist también afirma que una baja tasa de homicidios dependerá de la capacidad del gobierno de reconstruir la economía y generar oportunidades de empleo. “Un resurgimiento de la violencia sigue siendo un alto riesgo y podría reducir el apoyo al gobierno”, manifiesta el informe.

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Débil relación con Estados Unidos

“Preocupados por la potencial erosión de los principios democráticos, los Estados Unidos y otros gobiernos han criticado el desmantelamiento de los controles al poder Ejecutivo”, señala el informe de The Economist sobre el país.

Y es que, como apunta la revista británica, las relaciones entre el gobierno de Nayib Bukele y la administración de Joe Biden en Estados Unidos se han tensado.

Esto, “ a pesar de que Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial y de inversión de El Salvador y el hogar de millones de salvadoreños, cuyas remesas sostienen la economía doméstica”.

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En el reporte se da cuenta de cómo la administración Biden ha criticado y condenado las medidas de Bukele y los funcionarios que a él responden en el sentido de garantizar un Judicial y una Fiscalía afines. Esto ha allanado el camino para que pueda reelegirse en 2024, a pesar de la prohibición constitucional.

“El Departamento de Estado (de EE. UU.) ha dicho que seguirá trabajando para preservar la democracia en El Salvador y reforzar la división de poderes, pero Bukele parece no estar escuchando”, agrega The Economist.

De estas tensiones, ha derivado también un recorte de fondos de la agencia de cooperación internacional estadounidense (USAID) y una serie de sanciones a funcionarios vinculados a posible corrupción, golpes a la democracia y posibles negociaciones con pandillas.

Y en medio de esta relación debilitada, The Economist afirma que el gobierno de Bukele está acercándose a la República Popular China. De hecho, la proyección del semanario británico s que entre 2022 y 2026, la influencia china seguirá aumentando.