La sexualidad en los adultos mayores es un tema tabú, pero también es un derecho del ser humano, el cual frecuentemente es vetado.
“Hay centros (cuido) donde hay pabellones para hombres y para mujeres, o sea no hay pabellones de pareja; está vetado el noviazgo en adultos mayores, los actos sexuales. Es un tema que no se pueda desarrollar dentro de los centros”, expone la encargada del departamento de los Derechos del Adulto Mayor de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), Margarita Méndez.
La especialista de la PDDH refuerza su señalamientos, poniendo como ejemplo el caso que tienen documentado del Asilo Sara Zaldívar.
“Por ejemplo, en el Sara Zaldívar tenemos situaciones que ellos tienen sus relaciones sexuales en los jardines a escondidas de las personas que ejercen el cuido porque no hay un espacio o no hay un desarrollo del derecho a la sexualidad de los adultos mayores”, expone la especialista.
Méndez explica que este tipo de vulneración a la sexualidad de esta población también se da de parte de las familias, cuando la persona mayor queda viuda.
“Ellos impiden que vuelva a continuar una relación de pareja, entonces que si lo hacen muchos han tenido el peso que los hijos lo abandona o que no le ayudan económicamente”, menciona Méndez.
La doctora Sara Corada, especialista en el estudio del envejecimiento, desde la perspectiva biológica, psicológica y social, manifiesta que debido a la cultura y los estereotipos el tema de la sexualidad en los adultos mayores es “difícil de abordar pero hay mucha tela que cortar porque la sexualidad es algo con lo que nacemos y, no por tener más de 60 años, se pierde está identidad de género; no solo es sentirse como mujer u hombre, sino incluye toda la gama de aspectos inherentes al ser humano”.
La especialista expone que la sexualidad no se limita a la relación coital, sino tener el derecho de tener pareja si así se desea, de las caricias, abrazos, detalles de atención y afecto que se puede expresar a otra persona.
La médico explica que, en su labor clínica en el sector privado, es poca la consulta de parte de sus pacientes al respecto, ya que sienten vergüenza.
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Corado, quien trabajó hace algunos años en España, en donde realizó su especialización médica, hace una comparación de la actitud frente al tema de sexualidad, que tienen los adultos mayores en Europa y la forma como la abordan en el país, “el pensamiento de ver la vida de la personas española es más abierta, pero no por ser europeos viven su sexualidad de manera más liberal, pero si se consideran que no por tener más de 60 años van a dejar de sentir; en ellos si se logra ver un poco más de libertad viviendo su sexualidad a plenitud; aquí en el país es más difícil”.
Sin embargo la médico gerontóloga expone que sí hay pacientes que le consultan sobre impotencia, eyaculación precoz, “hay personas que preguntan qué tan indigno o qué tan fuera de lo médico es el hecho de interesarse en tener una pareja, de tener relaciones sexuales con su pareja. Me gusta que los pacientes se acerquen a mi para buscar un consejo, una explicación”.
La gerontóloga expone que en la tercer edad hay cambios fisiológicos pero eso no significa “una condena a no tener contacto físico con la pareja”.
Añadió que es importante que la persona busque a profesionales especializados en el tema. También, señaló que hay tareas pendientes en el área médica, “ he escuchado comentarios de colegas, de enfermería u otra área de salud en la cual somos nosotros los que generamos estos estereotipos y tabúes en las personas y los condenamos a que no pregunten del tema”.
Corado manifestó que es a través de la educación que se puede romper los estereotipos y tabúes de la sexualidad en la tercera edad.
Señales de alerta e hipersexualidad
La doctora Sara Corado advierte que uno de los señales de alerta que deben identificar las familias es el tema de hipersexualidad en el adulto mayor.
“Muchas veces los catalogamos como viejos verdes, cuando hacen comentario vulgares o fuertes. A veces podemos tener un pariente con esas actitudes , pero que nunca las había tenido. Es un cambio de conducta. Y esos cambios de promiscuidad o hipersexualidad están asociados a demencia. Hay sexualidad sana, que es un derecho de todos.
Y por otro lado está la de aspectos patológicos, en donde se cree que por los años es así. Hay que tener la capacidad para detectar, que si no eran así y de repente están con esos cambios es necesario buscar ayuda porque puede estar relacionado a un cuadro de demencia”.