Tacuba quiere volver atractivo turístico las ruinas de la iglesia colonial

La comuna necesita firmar un convenio con el Ministerio de Cultura para poder invertir en la zona y hacerla apta al turismo.

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Por Cristian Díaz / Susana Joma

2018-12-09 10:44:32

La alcaldía de Tacuba, en Ahuachapán, solicitó un convenio con el Ministerio de Cultura para la coadministración de la iglesia colonial Santa María Magdalena, con el fin de tener permiso para construir senderos, miradores e instalar luminarias, para promover el lugar turísticamente.

El alcalde, Carlos Milla, explicó que con el convenio busca tener un amparo legal para realizar inversiones en el área donde se encuentran las ruinas, sin tener reparos por parte de la Corte de Cuentas de la República (CCR).

Sin embargo, el edil explicó que personeros de Cultura “consideran que existe un riesgo en la ruinas por el estado en que se encuentra la construcción; piensan que las personas van a arriesgarse por el hecho de ingresar. Tiene lógica; pero si no nos autorizan, nosotros tampoco podemos establecer un perímetro donde la gente pueda tener acceso. Tampoco ellos pueden restringirnos a que nosotros podamos apreciar o exponerle a la población algo tan maravilloso como la iglesia”, apuntó el edil.

El templo, de origen colonial, sufrió graves daños en 1773, cuando en Guatemala ocurrió el terremoto conocido como Santa Marta y que tuvo repercusiones en territorio nacional.

Décadas después, la fachada terminó de ceder en posteriores terremotos, quedando en pie únicamente algunas paredes que sobrepasan el metro de grosor.

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El Ministerio de Cultura (antes Concultura) tomó posesión del inmueble el 28 de febrero de 1977 y desde entonces sólo ha mantenido a una persona para el cuidado del mismo.

En agosto pasado, la alcaldía tuvo el aval de Cultura para realizar una limpieza en el terreno y poda de árboles que imposibilitaba, incluso, que las ruinas fueran apreciadas desde la calle.

Actualmente ejecuta el proyecto en los costados sur y oriente del templo de construcción de aceras, muro perimetral para evitar la erosión de la tierra, colocación de una malla y de bancas.

Milla aseguró que con dichos trabajos, que ascenderán a $14,500 mil, no tendrán reparos en la Corte de Cuentas ya que son realizados en una zona municipal.

Para los trabajos internos tienen previsto invertir $20 mil, que servirán para la iluminación, la construcción de dos torres (miradores), reubicación de la caseta de seguridad, y senderos con estructura segura.

“El convenio tiene que ir enfocado en la coadministración; el hecho de poder invertir, tener acceso, poner un personal dentro de la iglesia que conozca la historia para que la exponga a los visitantes, tener el control, el aseo y la seguridad”, dijo el edil.

La iglesia fue declarada como “Bien Cultural Monumental” a través de un decreto de la Asamblea Legislativa, el 23 de agosto de 1978.

Ministerio de Cultura hizo recomendaciones técnicas sobre las ruinas

Las autoridades de la Dirección General de Patrimonio Cultural Natural, del Ministerio de Cultura, explicaron que ellos celebran que la alcaldía y la comunidad de Tacuba, en Ahuachapán, impulsen el rescate y promoción de las ruinas de la iglesia Santa María Magdalena, ubicadas en ese lugar; sin embargo apegados a criterios técnicos han recomendado no hacer visitas guiadas masivas entre las estructuras para evitar accidentes y que éstas se dañen aún más.

Según notas históricas la iglesia en mención fue construida entre los años 1605 y 1612 con un estilo barroco neoclásico; y sucumbió a un terremoto ocurrido el 29 de julio de 1773.

La arquitecta Irma Flores, directora de Patrimonio Cultural Natural, explicó que desde que la iglesia se construyó, e incluso ahora que está en ruinas, sigue en propiedad de la Diócesis de Santa Ana.

Flores aclara que en 1970 cuando las ruinas fueron declaradas Monumento Nacional, como testimonio de la arquitectura religiosa de la época, se estableció como un vínculo en el que la extinta dirección o administración general de Patrimonio Cultural asumió la responsabilidad de darles mantenimiento, y en efecto llevó a cabo obras de restauración y consolidación que a su vez fueron dañadas por nuevos eventos, uno de los cuales incluso terminó de derrumbar la fachada que había quedado en pie.

“El hecho de que las ruinas tengan categoría de monumento nacional no nos hace propietarios. Simplemente somos un apoyo ante algo que se estableció supongo yo en ese momento con la Diócesis de Santa Ana, ( para) darle ciertas competencias, pero nunca ha habido como un documento ni de traspaso ni de ceder la propiedad”, aseguró, al consultarle sobre el hecho de que el alcalde de Tacuba, Carlos Milla, está haciendo gestiones ante la institución para ser coadministrador del sitio, en el marco de su proyecto de recuperarlo para generar desarrollo turístico.

La funcionaria confirmó que en aras del esfuerzo que el alcalde está haciendo le han autorizado realizar algunas obras de mejora en los alrededores de las ruinas de la iglesia Santa María Magdalena. Al respecto indica que acordaron con él edil que puede limpiar el parque y le han solicitado retirar las ventas que han permanecido en los alrededores desde hace veinte años, porque consideran que incluso es una forma de proteger a los comerciantes ante un posible desprendimiento de alguna estructura, que son bloques que pesan toneladas.

La arquitecta Flores señaló que han hablado con la comuna de que pueden hacer ciertos recorridos a las ruinas pero desde lejos.

“Lo que hemos sido, como Ministerio de Cultura, muy prudente en decirle (que) por el momento las ruinas no ofrecen la seguridad necesaria para ningún turista, y por lo tanto como Ministerio de Cultura no podemos permitir que se den (visitas) guiadas a grupos masivos al interior de las ruinas, porque aquí es un país eminentemente sísmico que no sabemos en qué momento puede suceder un evento”, agregó.

Aunque la directora de Patrimonio Cultural subraya que se está buscando una estrategia que permita a la comuna volver atractiva la zona, reitera que ellos mantendrían la recomendación de que se restrinja el acceso al interior de las antiguas estructuras, incluso en el caso de que la Diócesis de Santa Ana ceda a la comuna la coadministración de la propiedad.

“Nosotros encantados de que una comunidad haga uso de su patrimonio. Y como acabo de decir en la charla sobre Joya de Cerén, los primeros en empoderarse y poner en valor un patrimonio nacional, local, mundial es la comunidad; y en hora buena que el alcalde lo esté queriendo hacer, pero tenemos que empezar por las acciones primeras de asegurar que el visitante no vaya a sufrir ningún tipo de accidente”, acotó.

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Y es que según lo externado por la arquitecta Flores, cuando en el marco del Día de los Farolitos dieron oportunidad de que la gente hiciera el recorrido en el interior de las ruinas tuvieron acceso a reportes y fotografías en donde se evidenció que los visitantes no atendían indicaciones y se subían en las estructuras: “Ese es un termómetro como para decir ojo, hay que cuidarlo, porque si pasa algo a quién cree que le caería la responsabilidad primaria, a la institución que no les advirtió”.

La funcionaria reconoció que en la actualidad, al igual que en décadas anteriores, el Ministerio de Cultura no cuenta con los fondos para impulsar trabajos de consolidación solo de las ruinas de la iglesia, que según estima requeriría un financiamiento significativo, no menos de dos millones de dólares.