Este domingo se cumplen 30 años de los Acuerdos de Paz, firmados el 16 de enero de 1992 en el palacio de Chapultepec, México, para poner fin a 12 años de guerra interna en El Salvador.
Sin embargo, este año no habrá una celebración oficial debido a que los diputados de Nuevas Ideas derogaron el martes pasado dos decretos legislativos que designaban el 16 de enero como el día de la conmemoración de los Acuerdos de Paz. A la vez aprobaron que esa fecha sea considerada como “Día nacional de las víctimas del conflicto armado”.
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Pero lo que sí habrá es una marcha organizada por la sociedad civil para conmemorar dichos acuerdos y señalar los retrocesos tras las decisiones impulsadas por este gobierno.
Representantes de organizaciones y movimientos que lanzaron la convocatoria para esta manifestación aseguran que actualmente está en riesgo todo lo acordado en 1992 en torno a la Fuerza Armada, Policía Nacional Civil, sistema electoral, participación política y demás.
Por ejemplo, la comunidad LGTBI señala que “no podrá existir paz social mientras exista una política de militarización”. Los jueces independientes dicen que el sistema judicial responde a los designios de Bukele.
¿Es una farsa que Bukele esté gobernando?
A pesar de que solo tenía seis años cuando se firmaron los Acuerdos de Paz, para Sonia de Urrutia, de 48 años, representante del Bloque de resistencia y rebeldía popular, estos tiene un gran valor por los logros alcanzados y porque fue testigo de los duros momentos que se vivieron a raíz del conflicto armado que duró 12 años.
¿Qué de todos los acuerdos firmados en 1992 está en riesgo? De Urrutia señaló que a 30 años de los Acuerdos de Paz “esas conquistas históricas están amenazas por el régimen dictatorial de este gobierno (Bukele).
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En ese sentido enfatizó algunos de los retrocesos que ella visualiza. “Veo retrocesos en la democracia, pérdida de libertades, persecución política, acoso a la prensa y a líderes religiosos, imposición de fiscales y jueces en la administración de justicia, pactos con grupos delincuenciales, el desmontaje de conquistas que se habían logrado en el caso de las mujeres y grupos de trabajadores organizados”, comentó.
“Este gobierno está llevando a que esos derechos conquistados se vayan perdiendo y creo que como pueblo salvadoreño no podemos permitir que lo que costó tanto y por lo que hubo derramamiento de sangre se pierda”, dijo de Urrutia.
No habrá paz si hay una política de militarización
Roberto Zapata, de 34 años, y activista LGTBI de Amate El Salvador, dice que desde pequeño escuchaba sobre los Acuerdos de Paz como uno de los hitos más importantes en la historia del país. No obstante, aclaró que no recuerda que alguna vez le plantearan estos “como una panacea que acabaría con todos los problemas del pueblo salvadoreño, sino como una oportunidad para intentar nuevas vías para la participación política y la lucha social sin el abuso descarado de las fuerzas militares”.
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¿Qué está en riesgo?
A su juicio, lo que principalmente está en riesgo en el país es el rol de la Fuerza Armada, la credibilidad en el sistema electoral y la participación política, dado que “en los últimos años el régimen de Bukele ha aumentado vertiginosamente el gasto militar, el reclutamiento militar masivo de juventudes y el rol de las fuerzas armadas.
“Realmente no podrá existir paz social mientras exista esta política de militarización”, concluyó Zapata.
Cuando se firmaron los Acuerdos de Paz, el juez Antonio Durán tenía 24 años. Para él , estos fueron el fruto de sacrificio de miles de personas que ofrendaron su vida para lograr la apertura de espacios democráticos y poner fin al conflicto armado.
¿Qué está en riesgo?
“Está en riesgo todo. Porque la idea de la Fuerza Armada es que fuera apolítica, sometida al poder civil, pero hoy vemos que ésta ha jurado una lealtad al presidente Bukele y no a la Constitución”, indicó el juez.
Añadió: “Con el golpe de Estado del 1 de mayo y con las reformas a la Ley de la Carrera Judicial se ha doblegado al sistema judicial, que ahora responde a los designios del régimen de Bukele”.
No hay separación de poderes
Para la representante de mujeres en la Coordinadora Salvadoreña de Movimientos Populares y del Foro Nacional de Salud es importante evidenciar los retroceso que hay en torno a los Acuerdos de Paz puesto que las decisiones políticas que se toman causan impacto en la economía, salud, medioambiente y otros. Subrayó que, al no encontrar el órgano Ejecutivo ningún obstaculizador en los otros órganos de Estado, él puede echar planes hasta para 20 años, con los cuales se seguirá perjudicando al pueblo salvadoreño.
¿Qué está en riesgo?
Manifestó que está en riesgo la democracia y la participación política. Además, señaló que hay un control total de los tres poderes del Estado por parte de Bukele. “Hemos visto cómo este gobierno ha llevado iniciativas como por ejemplo generar 40 mil plazas para soldados versus los fondos solicitados para las becas. Esto no encontró ninguna oposición dentro de la Asamblea. Está en riesgo la vida diaria del pueblo salvadoreño a partir de esa visión que tiene el presidente Bukele con sus políticas antipopulares”, dijo.
“Bukele es beneficiario de los Acuerdos de paz”
José Melara es representante de un movimiento popular que nació tras la marcha del 15 de septiembre de 2021.
“Este presidente ha sido beneficiario porque tal como los resultados se dieron, tal como los resultados se entregaron. Esto a raíz de los mecanismos establecidos en los Acuerdos de Paz”, subrayó.
¿Qué está en riesgo?
Consideró que está en riesgo todo. “Hay algunos acuerdos que empezaron a distorsionarse y otros que con la medida que se tomó antier (derogación de la conmemoración de los Acuerdos de Paz), la amenaza es más latente”, comentó.
Además, criticó que “ahora se hace a un lado el día de los Acuerdos de Paz como preámbulo para otras decisiones que uno las alcanza a ver que van querer tomar en contra de los acuerdos”.
Por otra parte denunció que “están utilizando a la Fuerza Armada para reprimir al pueblo y para violar lo referente a la movilización y a la libre expresión del pensamiento. Esto se viene desarrollando desde que el señor presidente Bukele entró”.
Para Melara, lo ocurrido el 9 de febrero del 2020 en la Asamblea fue el preámbulo de lo que iban a ser la PNC y Fuerza Armada en el país.