Siete policías han muerto en nueve meses a causa del alcoholimo

Mientras sus elementos mueren en las calles alcoholizados o desintegran sus familias, la institución evade hablar del problema.

descripción de la imagen
Foto EDH/ Archivo

Por Jorge Beltrán Luna

2018-10-25 10:08:27

A la institución policial parece que no le gusta hablar del problema que se ha cobrado la vida, directa o indirectamente, de al menos siete agentes en los últimos nueve meses.

El Diario de Hoy buscó conocer cuántos miembros de la corporación están afectados por el alcoholismo y si existen programas de rehabilitación a nivel institucional.

Para ello se buscó entrevistar al sicólogo Roberto Castillo, quien es el jefe del Departamento de Salud Ocupacional de la División de Bienestar Policial.

Sin embargo, el profesional advirtió que sí tenía los datos que se requerían pero que para hablar de ello tenía que ser autorizado por la jefa de la División, la comisionada Zelma Escalante.

Pero en Bienestar Policial dijeron que esa información tenía que ser solicitada a través de la oficina de comunicaciones institucional, para lo cual facilitaron el número de un teléfono móvil donde se podía contactar a Carlos Ramírez, jefe de esa dependencia. Sin embargo, durante varios días se trató de establecer comunicación con dicho empleado pero jamás respondió su teléfono.

De igual forma se requirió la misma información a Carlos Argueta, director de medios de la Secretaría de Comunicaciones de Casa Presidencial. No hubo respuesta a las llamadas ni a los mensajes que le enviaron.

Te puede interesar

El alcoholismo también mata policías y genera huérfanos

Fuentes policiales señalan que el alcoholismo está causando tantas o más bajas que las pandillas; oficiales y básicos mueren en las calles o desintegran sus familias.

También se buscó obtener los mismos datos solicitados a Ramírez y a Argueta a través de la Oficina de Información y Respuesta de la institución; sin embargo, el 17 de septiembre respondieron que la Policía no tenía esos datos.

El 17 de octubre, cuatro semanas después de aquella respuesta, la OIR envió algunos datos: 456 agentes policiales están en “programas de prevención de alcoholismo” y que entre 2015 y lo que va de 2018, únicamente han fallecido ocho a consecuencia de alcoholismo.

No obstante lo anterior, una fuente policial indicó que “el alcoholismo es un problema gravísimo que tiene la Policía en todo nivel, pero las jefaturas optan por no hablar de eso para no meterse en problemas”.

“Le aseguro que el alcohol está matando a tantos policías como las pandillas; o tal vez más que la delincuencia”, explicó una profesional empleada de la PNC que dice sentirse alarmada por la cantidad de policías que se ven envueltos en escándalos por ebriedad.

Otras fuentes explicaron que Castillo, al frente del Departamento de Salud Ocupacional de la División de Bienestar Policial, fue objeto de un proceso disciplinario a raíz de que a finales de junio de este año diera declaraciones a varios medios de comunicación sobre las actividades que se realizaban para contrarrestar el alcoholismo que días antes se había cobrado la vida del inspector Tovar Larios y del agente Monge Flores.

Te puede interesar

Policía en estado de ebriedad mata a su hijo de 14 años porque le advirtió el peligro en la calle

Al momento de ser presentando ante los medios de comunicación, el agente dijo no recordar lo que pasó con su hijo

En esos mismos días, trascendió que dos inspectores habían sido capturados, uno por conducción temeraria al manejar un vehículo en estado de ebriedad, en San Juan Opico, La Libertad, y otro porque estando borracho le dio por disparar sus armas de fuego en la colonia El Roble, en San Salvador.

Un episodio más reciente lo protagonizaron siete elementos policiales, entre estos un subinspector, quienes fueron capturados por agentes policiales de El Congo, municipio del departamento de Santa Ana, el pasado 25 de septiembre, en la noche, por manejar en estado de ebriedad y realizar disparos con sus armas de equipo cuando regresaban de un convivio en el lago de Coatepeque.

Como en otros casos de igual gravedad, la cúpula policial se limitó a decir que actuarían con rigor contra el grupo de policías, pero días después, la Fiscalía se quejó en Twitter de que no se les había practicado las pruebas de alcohol.

Al final, el domingo 30 de septiembre, todos fueron puestos en libertad por el Juzgado de Paz de Coatepeque “por falta de pruebas”.