LA UNIÓN. Durante siete días, las llamas devoraron todo lo que había sobre 150 terrenos en la parte alta del volcán de Conchagua. La naturaleza y la fauna fueron gravemente afectadas. El fuego fue provocado, según determinó el Cuerpo de Bomberos.
Los incendios en las áreas forestales provocan pérdida total o parcial de plantaciones jóvenes, la eliminación de la regeneración natural de la flora y la muerte de animales.
Las llamas iniciaron el pasado martes 19 y continuaban el lunes 25. Bomberos identificó cinco focos de fuego, cada uno ubicados de dos a tres kilómetros de distancia en la parte más escabrosa del volcán, justo donde se encuentra la mayor recarga acuífera que abastece al municipio.
Las inspecciones hechas por personal de esa institución de socorro arrojaron las hipótesis de que el fuego fue iniciado como consecuencia de varias prácticas negativas: quemar basura, quitar maleza de áreas agrícolas, lanzar colillas de cigarro encendidas, ahuyentar las abejas de las colmenas para extraer la miel, la caza de animales, extraer madera o leña para la comercialización, e incluso con la intención perjudicar a dueños de terrenos.
Para sofocar la llamas en el volcán de Conchagua fue necesaria la participación de Bomberos, marinos de la Fuerza Naval, soldados, empleados, municipalidad y lugareños, quienes se dividieron en grupos de trabajo cargando mochilas, recipientes con agua y otras herramientas para hacer las rondas y evitar que el fuego avanzara.
Conchagua tiene más de 10 años de estar enfrentando problemas de escasez de agua debido a la disminución del caudal en las principales fuentes naturales, ubicadas en las comunidades de Gualpilquer y el Marillal.