“Si denuncio, me pueden venir a matar”, víctimas de extorsión relatan su calvario

Propietarios de negocios, vendedores ambulantes, transportistas e incluso residentes en cierto sector de la capital han sido víctimas de extorsión en los últimos años.

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La Policía Nacional Civil registra que solo desde el 1 de junio hasta el 13 de octubre de este año, 742 personas fueron capturadas por el delito de extorsión. Foto EDH/ archivo

Por Cecilia Fuentes, Alex Torres

2019-10-30 8:47:51

Maritza Recinos (nombre ficticio por seguridad) es dueña de una panadería en Mejicanos y diariamente, en horas nocturnas, más de dos pandilleros le llegan a cobrar $15 en concepto de extorsión, lo que equivale a $105 a la semana.

Los pandilleros le han dicho que debe pagar por el negocio si no “quiere tener problemas con ellos” y para evitar inconvenientes la mujer ha decidido pagarles. En el caso de Recinos, porque su negocio está en su propia vivienda, los pandilleros la identificaron rápidamente y llegaron directamente a amenazarla.

“Un día vinieron dos muchachos que antes me venían a comprar, me dijeron que querían hablar conmigo y me dijeron que debía pagar por tener la panadería acá”, relata Maritza.

Su negocio lo inició hace seis años y desde hace cuatro paga la extorsión. La víctima asegura que el dinero que entrega diariamente es perder gran parte de su ganancia pero no tiene otra opción porque tiene miedo a denunciar ante las amenazas.

Además, dice: “yo tengo otra casa a la vuelta y quise ampliar la panadería y a los dos días de ponerla ya me estaban cobrando el doble por tenerla”, aseguró.

Por lo anterior, Maritza decidió solo dejar su negocio en la casa principal y ha optado por alquilar la otra vivienda, pero nadie quiere establecer negocio ahí por el mismo temor de pagar extorsión.

“Es lamentable porque no puedo crecer porque ya están ellos encima. La única solución sería irme porque si denuncio capaz me vienen a matar acá”, lamenta Maritza.

Este año han sido capturados más de dos mil personas vinculadas a extorsiones. En el último trimestre más de 400 fueron condenados. Foto EDH/ archivo

“No es extorsión, esto ya es normal”

Cuando se le pregunta al dueño del negocio de zapatería si los pandilleros lo siguen extorsionando, responde que “no, no es extorsión, esto ya es normal en el país, solo seguimos pagando la renta”. Lo dice de forma sarcástica ante su impotencia de no sentir apoyo de las autoridades.

Él y sus vecinos de los negocios pagan cuotas a veces hasta adelantadas, asegura, pese a las redadas de mareros y que algunos cabecillas han ido a parar a las cárceles.

“Allí llegan al local a traer la plata, las llamadas siguen y a veces piden adelantos”, dice.

A veces -asegura- le dan ganas de cerrar el negocio, pero recuerda que, en unos casos similares de cierre, cuando sus vecinos reabrieron, los pandilleros les aumentaron las cuotas del chantaje, les exigieron pagar los meses que no funcionaron y hasta llegaron a darles una paliza además de amenazarlos de muerte.

La extorsión que pagan estos comerciantes de una zona de Apopa van desde 20, 25, 50, 75 y hasta 100 dólares por mes.

A pesar de las medidas de seguridad, los renteros llegan a tiempo. Y en ocasiones, adelantados y exigen pagos dobles por “emergencias”, afirma, y esto suele pasar cuando ha sido capturado alguno de los cabecillas y necesitan dinero para pagar abogados o para “logística”.

El Diario de Hoy ha consultado a medianos y pequeños empresarios de varias zonas del país, por ejemplo de San Salvador, Mejicanos, en Soyapango, en Santa Ana, San Miguel y Usulután. Pero todos los que hablan lo hacen con temor a que se mencione incluso una posible ubicación.

“Vendedores pagaban $1 diario de extorsión”

Vendedores ambulantes, transportistas e incluso residentes en cierto sector de la capital han sido víctimas de extorsión de estructuras delincuenciales en los últimos años.

La Policía Nacional Civil registra que solo desde el 1 de junio hasta el 13 de octubre de este año, 742 personas fueron capturadas por el delito de extorsión, a esto se le suma los casos que ya han sido judicializados y que han llamado la atención por la forma en que operan estos delincuentes.

El pasado 25 de abril, el fiscal del caso “Harrison” reveló en el juicio que las vendedoras que se encontraban con su canasto dentro de los mercados pagaban $1 diario de extorsión.

También los propietarios de diferentes negocios como talleres mecánicos y comedores de la zona comercial de San Jacinto, el mercado y sus alrededores, eran extorsionados.

“Los comerciantes pagaban cantidades que rondaban entre $10 diarios hasta $200 quincenales a los pandilleros”, añadió el fiscal de este caso.

En otro proceso que se ventila en el Tribunal Sexto de Sentencia, se detalla que 50 sujetos de una clica de la MS son acusados de extorsionar a dueños de buses.

Las declaraciones de un testigo criteriado (con beneficios penales) revelaron cómo el grupo delincuencial operó para extorsionar a los propietarios.

Los pandilleros le cobraban $1 diario al dueño por cada unidad de transporte y si no pagaba lo amenazaban con matarle a los empleados; así la cantidad iba aumentando si el dueño se retrasaba en pagar.