“El vestido se bordó con dolor”, dice creadora del traje que usará la Virgen de la Paz

Victoria Padilla bordaba el vestido, mientras contenía las lágrimas por la muerte de su hermana, una enfermera que s contagió de COVID-19.

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Por Iliana Ávila

2020-11-14 1:00:17

Para Victoria Padilla Rodríguez cada perla bordada en el vestido que usará la imagen de la Virgen Reina de la Paz, el próximo 21 de noviembre, es una plegaria elevada a Dios y suplica por la intersección de la patrona de El Salvador por el personal medico, enfermería y las diversas áreas que laboran en los centros hospitalarios así como por la sanidad de los pacientes con COVID-19 y sus familiares.

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Desde el 15 de mayo hasta el 29 de agosto han fallecido por el nuevo virus más de 120 trabajadores de la salud.

Victoria aún reciente la muerte de su hermana María Teresa Padilla de Ramos, enfermera graduada, que por años se desempeño en la clínica comunal del ISSS en el Barrio San Francisco, San Miguel. La enfermera perdió la batalla contra el COVID el 29 de agosto pasado.

Victoria Padilla Rodríguez confeccionó con mucha dedicación el vestido que usará la imagen de la Virgen Reina de la Paz, el próximo 21 de noviembre. Foto EDH / Iliana Ávila

“El vestido se bordo con dolor porque precisamente se estaba pegando la piedra cuando mi hermana estaba batallando, y cuando falleció el dolor era más grande y costaba trabajar, sólo Dios y nuestra madre saben cómo se terminó todo esto. La alegría es la fe de saber que quién ha muerto en Cristo ha resucitado a la vida eterna y nuestra Madre Santísima es quien nos recibe, y mi hermana era muy mariana”, comentó Victoria Padilla.

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Por ello, este año, la saya bordada en la falda del vestido de la Virgen de la Paz tiene un un significado especial inspirado en la Virgen de la Salud y la Esperanza.

“Se le hizo algún cambio por ejemplo en el centro se bordo una lámpara de aceite, con previa autorización de los ministros de catedral” explicó Victoria.

La lámpara tiene una doble simbología; “en primer lugar en el evangelio Jesús nos habla de que tenemos que estar preparados con la ropa de trabajo y la vela encendida porque no sabemos en qué momento nos puede llamar para estar junto a Él, y nuestra madre siempre nos dice hagan lo que Él diga”.

Pero también esta lámpara representa a los trabajadores de salud; “en esta pandemia han sido los que más han sufrido, han ofrendado su vida, y ésta es una expresión de que nuestras oraciones las ponemos en las manos de nuestra Madre Santísima, rogando a Dios por el alma de los que ya fallecieron y pidiéndole que guarde a los que están trabajando actualmente”.

Victoria Padilla Rodríguez confeccionó con mucha dedicación el vestido que usará la imagen de la Virgen Reina de la Paz, el próximo 21 de noviembre. Foto EDH / Iliana Ávila

Desde 2015 Victoria y su esposo William Rodríguez tomaron el reto de confeccionar los vestidos de la Virgen Reina de la Paz luego del deceso de Don Luis Castillo en enero de ese año.

Por décadas, Castillo dedicó horas en las aplicaciones que colocó a manos en el vestido de la patrona de los migueleños.

Este año, William y su esposa junto a Gladis Bonilla de Flores decidieron bordar los vestidos a máquina de cocer con hilos especiales importados de diversos países.
“Nosotros iniciamos bordando, y así hemos venido siempre, tratamos de buscar diseños acordes a lo que se vive dentro de la iglesia, de lo que significa nuestra madre, que prácticamente todos los vestidos son marianos, siempre tienen distintivos marianos y por eso es que hemos venido desarrollando este tipo de técnica”, explico William Rodríguez.

El diseño del vestido que usaría inicialmente la imagen de la Virgen para este 2020 fue autorizado en diciembre de 2019. “Era un proyecto muy diferente, más amplio porque era otro tipo de material más fino traído de España. Empezamos con el nuevo diseño en marzo, con la situación de la pandemia se decidió hacer el cambio, con previo autorización”, explicó William Rodríguez.

El valor del vestido esta estimado entre los $2,300 y $2,500. Confeccionado con 10 yardas de tela conocida como podesua americano, en blanco puro, bordado con hilos especiales importados de Estados Unidos en colores personalizados. Al igual que el vestido del niño Jesús.

Victoria Padilla Rodríguez confeccionó con mucha dedicación el vestido que usará la imagen de la Virgen Reina de la Paz, el próximo 21 de noviembre. Foto EDH / Iliana Ávila

“Los vestidos siempre se hacen con ofrendas ofrecidas por una persona, pero en esta ocasión por la situación que estamos no hubo ofrendas, así que nosotros hemos tenido los gastos propios no sólo este vestido sino que el otro que se esta bordando también del 20 de noviembre”, dijo Rodríguez.

Para Victoria Padilla tener en su casa una prenda confeccionada para la imagen de la madre de Dios es invaluable “desde ese mismo momento para mí significó un gran regalo y una misión, una misión de evangelización por medio de sus prendas. Le estoy sirviendo al mismo Dios a la madre de Dios por medio del arte que nos dio en las manitas que el mismo hizo y nos sentimos gozosos”, expresó.