Personas altruistas se unieron para brindar apoyo a los pacientes de insuficiencia renal del municipio de San Alejo, en La Unión, que son afectados por la suspensión del servicio del transporte público durante la cuarentena por la pandemia del COVID-19.
De acuerdo con los pacientes, intentaron tener el apoyo llamando al número telefónico 132, del Sistema de Emergencia Médicas (SEM) habilitado por el Gobierno para atender traslados a los diferentes centros hospitalarios, pero no obtuvieron respuesta.
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Algunos de los enfermos deben asistir de dos a tres veces a la semana a los hospitales de San Miguel para continuar con sus tratamientos de la hemodiálisis. Al inicio de esta cuarentena varios perdieron más de una cita al no contar con el servicio de bus o taxis para transportarse desde sus viviendas hacia San Miguel.
Hay pacientes a los que se les terminó sus escasos ahorros y no podían pagar un viaje de $50 para que los transportara de San Alejo a San Miguel, ida y vuelta; aunque hay otros cuentan con carros propios y son apoyados por sus familiares.
Eliseo Manzano, originario de San Alejo y residente en los Estados Unidos, tomó la iniciativa de poner a disposición de los pacientes transporte privado para beneficiar a 13 personas que deben continuar con sus respectivos tratamientos, tomando en cuenta que el transporte público está paralizado y no tenían forma de trasladarse.
Según Manzano, todos los beneficiados pertenecen a caseríos y cantones del municipio. Algunos son trasladados a los hospitales de La Unión y San Miguel.
“Desde el 8 de mayo empezamos a apoyarlos, y créame que en el municipio hay muchas personas con insuficiencia renal, pero algunos tienen familia que los apoyan en llevarlos en sus carros”, explicó. “Cubro todos los gastos del transporte, y un hermano me apoya en la logística de trasladar a los pacientes”, agregó Manzano.
Óscar Robles, de 47 años, residente en el barrio El Gaspar, a sus 19 años fue diagnosticado con insuficiencia renal, y tiene 26 años de estar en tratamiento. En 1995 su padre Felipe Robles, quien aún vive, le donó el riñón, pero solo le duró ocho años, le dejó de funcionar al no ser atendido por una huelga que hubo en el Seguro Social en San Salvador.
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Durante esta cuarentena y tras la suspensión del transporte, Robles perdió una cita para hacerse su hemodiálisis en San Miguel. No pudo viajar al no encontrar transporte disponible, y sus pequeños ahorros se estaban limitando más.
Según Robles, un amigo le cobraba $30 de transporte ida y regreso de San Alejo a San Miguel, por lo que eran $90 los que gastaba en la semana para poder cumplir con sus tratamientos, sin incluir los costos de alimentación.
“Recibí la buena noticia que don Eliseo Manzano estaba dando transporte de gratis para pacientes como yo, y eso es un gran beneficio porque ya no podíamos seguir pagando, somos muchas personas las beneficiadas en este municipio”, agregó Robles ante el apoyo recibido.