Cuatro personas quemadas con pólvora, en los primeros cuatro días del mes, reportó el Ministerio de Salud.
Los lesionados son un niño de cinco años de edad, residente en Usulután, y tres adultos. Los casos de los adultos fueron reportados en los municipio de San Salvador, Ahuachapán y San Vicente.
La cifra de quemados es menor a la reportada en el mismo periodo del año 2017, cuando se contabilizaban 16 quemados.
“Debemos mantener las medidas de prevención para evitar que las cifras aumenten al cierre de las festividades”, dijo Verónica Villalta, directora del Fondo Solidario para la Salud (Fosalud).
Fosalud y la Comisión Intersectorial para la Salud (Cisalud)anunció, ayer, la campaña “Seamos guardianes de la salud”.
“Las quemaduras por pólvora provocan problemas emocionales, psicológicos y físicos; pueden provocar infecciones, quedar desfigurados, cicatrices, perder la movilidad de un miembro y hasta perder la vida”, declaró Patricia Quezada de Calderón, jefe del área de Cirugía Plástica y Quemados, del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom.
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Con la campaña se busca que las familias salvadoreñas prevengan las lesiones por quemaduras y buscan evitar que los menores manipulen los productos elaborados con pólvora.
La campaña incluye a los súper héroes: la agente Cerollama y al capitán Sinquema, quienes simbolizan a los padres de familia y su función de cuidar la salud de sus hijos y prevenir accidentes con los pirotécnicos.
“El objetivo de la campaña es sensibilizar a la población salvadoreña sobre todos los daños ocasionados por la manipulación de la pólvora, toda la secuela física y psicológica que deja a las personas afectadas”, insistió Villatoro.
La campaña tiene un costo de 80 mil dólares e incluye anuncios por radio, televisión, medios digitales y prensa escrita, enfocados en la prevención al manipular la pólvora.
Prohibir la quema de pólvora
“La sociedad salvadoreña debe erradicar completamente la quema de pirotécnicos; a menos que sea en festival y bajo el control de especialistas en el campo”, declaró Eduardo Espinoza, viceministro de Políticas de Salud del Ministerio de Salud.
El funcionario dijo que eliminar el uso de pólvora es imposible hasta que haya una Ley que prohiba la quema de pirotécnicos, “eso debe ser el objetivo fundamental, prohibir completamente, ningún niño vale la pena el lucro que genera la pirotecnia, no vale la pena que se tengan que emplear niños en la fabricación de cohetes, es una de las peores formas de trabajo infantil”, expresó.
Espinoza declaró que aunque el trabajo multisectorial que realizan para prevenir las lesiones por pólvora ha impactado en la reducción en las muertes y lesiones por quemaduras, aún no han logrado impedirlas, por lo que la campaña “tiene por objetivo hacer conciencia en cambios de conducta en la población durante las fiestas navideñas, donde sabemos que la tradición está muy arraigada, el hacer uso de los productos pirotécnicos”.
Según el Ministerio de Salud, durante el 1 de noviembre del 2017 al 6 de enero de 2018, se registraron 177 lesionados por pólvora, la cifra representó 13 personas menos comparado con el mismo periodo de 2016.
Sin embargo, el 48% de lesionados fueron infantes y adolescentes menores de 18 años.
Los juegos pirotécnicos que mayor daño ocasionaron fueron los morteros, cohetillos, silbadores. Algunos de estos su venta es ilegal.
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Un promedio diario de ocho niños, desde recién nacidos hasta los nueve años, fueron atendidos en el sistema público de salud a causa de quemaduras, entre enero y julio de este año.
De las personas quemadas, 85 fueron niños lesionados por pólvora, y las partes del cuerpo mayormente afectados fueron los miembros superiores en un 33%, manos un 21 %, la cabeza un 19 %, dedos y ojos 13 %.
Según Patricia Quezada, de los menores que resultaron con quemaduras, al menos dos tuvieron amputaciones en sus miembros superiores.
La Ley Especial para la Regulación y Control de las Actividades Relativas a la Pirotecnia (LERCAP) en su artículo 9 contempla la prohibición de involucrar a niños y adolescentes en todo proceso de pirotecnia, así como la manipulación de los productos sin supervisión de un adulto, lo cual puede incurrir en sanciones que van hasta 10 salarios mínimos vigentes.