La magistrada Marina Marenco de Torrento es una de las cinco mujeres con derecho a voz y voto en el Pleno de la Corte Suprema de Justicia. Pero también es parte de la Sala de lo Constitucional, que cobra mucho protagonismo, tiene detractores y admiradores, todo depende de las resoluciones que emite y que tocan diferentes esferas de la vida nacional.
Ese efecto político de las sentencias la hizo a ella blanco de ataques en la campaña electoral. De Torrento dice que fue por su condición de mujer. “La democracia es libertad de expresión y todo eso pero tiene sus límites y es el respeto”, es su mensaje a quienes la atacaron que dio en esta entrevista a El Diario de Hoy por el Día Internacional de la Mujer.
¿Usted integra una de las salas de la Corte que más está en la vitrina?
Creo que es la que más está en la vitrina por el tipo de trabajo que tenemos, son sentencias que tienen que ver con el destino del país, con la cuestión política, social, económica, en fin; hay otros procesos que tienen que ver con la parte individual: habeas corpus y de amparo, pero también esos a veces tienen una proyección de tipo nacional, pero más que todo son las inconstitucionalidades que hemos estado viendo. En los últimos tiempos los recursos de inconstitucionalidad sobre decisiones que se dieron en la pandemia, los asuntos electorales, recordemos que es la sala la máxima intérprete de la Constitución.
¿La ciudadanía acude más a la Sala para defender sus derechos?
Yo creo que la Sala de lo Constitucional tiene credibilidad y eso lo refleja el acceso que hay a la justicia en temas de demandas. Sí, vivimos bombardeados y saturados de demandas a diario, tanto de amparo, cuando las personas se sienten vulnerados en temas de salud, laborales, saben que aquí encuentran una respuesta que les va a reivindicar sus derechos; y el tema de inconstitucionalidades igual de limitar acciones que vayan en contra de la constitucionalidad.
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¿Algo que es necesario?
Es necesario para la estabilidad democrática de un país, para el estado de Derecho es necesario que se sigan las reglas del juego y la máxima norma es la Constitución, y aquí estamos para defenderla y aplicarla.
¿Integrar una sala con tanto protagonismo qué retos le impone, puesto que demandantes y ciudadanos tienen sus ojos puestos en ustedes?
Sí es un reto, sobre todo para las mujeres porque recuerde que aunque aquí habemos mujeres que nos hemos preparado para esto y podemos seguir adelante, siempre hay agresividad, siempre somos atacadas. Yo tengo dos años de estar integrando la Sala de lo Constitucional y han sido dos años difíciles, sobre todo para mí, porque quiero decirle que la sala ha sido muy atacada por sus resoluciones pero particularmente a mi persona y no lo estoy inventando, allí están las redes sociales, fue un ataque casi sistemático para la pandemia y en el tiempo electoral, a diario estaban saliendo cuestiones en las redes sociales que me atacaban a mi, situaciones bien grotescas, bien de falta de respeto y de allí a la Sala en general.
Nunca atacaron a ninguno de mis compañeros, gracias a Dios, pero a mí sí me atacaron directamente. Y yo digo ¿por qué?, pues la sentencias las firmamos los cinco. Yo creo que es por el tema de la mujer, se ataca a la mujer, consideran que es más fácil quizás atemorizar, doblegar a la mujer, y siempre por el mismo sistema machista que tenemos, siempre la mujer es la atacada y eso se vio es estos tiempos de ataque s a la sala, enfilaron los ataques hacia mi persona.
¿Antes de llegar a la Sala había tenido este tipo de ataques?
Pues no. He estado 25 años en la judicatura y usted sabe los jueces han estado allí en la vitrina, como dicen, por sus resoluciones, a algunos las resoluciones no les agradan; los jueces reciben ataques fuertes, pero es en la Sala de lo Constitucional donde me he visto atacada, quizás porque son decisiones de mucho impacto para los sectores.
Por el efecto político de las sentencias.
Por el efecto político exactamente y por el momento histórico que estamos viviendo.
¿Ya pasada la calentura electoral, qué le diría a los que la atacaron?
Una democracia es la libertad de expresión y todo eso pero todo derecho, aun derechos fundamentales tienen sus límites y el límite es el respeto. Si alguien no está de acuerdo con una resolución hay mecanismos, el mismo sistema franquea los mecanismos para poder manifestar si estoy o no estoy de acuerdo, y luego la cultura de la separación de los órganos y el respeto a la institucionalidad que debemos de tener porque si no esto sería un caos.
Debemos tener un orden. No es atacando. A lo mejor creen que la Sala resuelve de una manera partidaria o sesgada y eso no es cierto, nosotros somos aquí técnicos, ninguno tiene aquí filiación política... tengo 26 años de estar en el Órgano Judicial y una de las exigencias para el juez es no tener filiación partidaria.
Hablando en el marco del Día de la Mujer y desde su cargo, ¿cree que hemos superado deudas como el acceso de la mujer a la justicia?
El Órgano Judicial está creciendo cada día en temas importantísimos, por ejemplo, medio ambiente y últimamente los tribunales LEIV... en temas de violencia doméstica o de género creo que tiene mucho más acceso porque hay tribunales especiales para eso. Ahora esta superados y eso quiere decir que lea gente acude porque tiene confianza. Le puedo decir por experiencia propia que una mujer que ha sido agredida hemos tenido la satisfacción de protegerla a ella con medidas cautelares, con una sentencia y protegiendo sus derechos ha manifestado que se le acabó ese infierno que vivía en su relación de pareja. Sí se ha avanzado mucho en la protección de los derechos de la mujer, sobre todo en el tema de violencia.
¿Y en igualdad de oportunidades?
Si lo comparamos con hace 50 años, se ha avanzado un poco en el tema de oportunidades y del acceso de la mujer a cargos de importancia pero no es suficiente, todavía hay obstáculos que romper... las mujeres no deben tener temores, si una mujer ha llegado a la vicepresidencia de un país tan grande como los Estados Unidos. por qué no lo puede hacer cualquier mujer en cualquier país.
¿Usted piensa seguir escalando?
En mi carrera este es el tope. A donde podría llegar es a la presidencia de la Corte Suprema.
¿La presidencia del país le interesa?
No, mi formación es judicial y en eso tengo claro que la política no es compatible. De hecho no tengo ningún tipo de inclinación político partidario, mi carrera laboral la empecé en la Procuraduría litigando y luego en la judicatura. He llegado a este puesto donde estoy y me siento muy honrada.