La construcción de la central hidroeléctrica El Chaparral podría sufrir un retraso en su ejecución, ya que uno de los contratistas del proyecto ha comunicado a la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) que podría “paralizar y desmovilizar” los trabajos si no se aclaran los nuevos costos de la presa y los cambios en el plazo de ejecución de esta obra pública, ubicada en la zona norte del departamento de San Miguel.
Así, la empresa rusa Tyazhmash le ha comunicado a la autónoma que su participación en la construcción de El Chaparral se está desarrollando en un escenario “bastante negativo” y que los bancos no quieren financiarle al contratista de CEL por cambios de costos que están relacionados a la extensión del período de construcción, que a la fecha son desconocidos.
“Esta situación, a su vez, dará lugar a una paralización y desmovilización involuntarias de los trabajos en su totalidad, lo cual no es deseable para ambas partes”, dice la misiva, firmada por Sergey Trifonov, presidente de Tyazhmash y dirigida al presidente de la CEL, David López Villafuerte.
Incluso la firma rusa le puso un ultimátum a la autónoma para que el pasado lunes entregara toda la información de la situación del proyecto, los costos y los plazos, con la cual Tyazhmash negociará más dinero para continuar con su participación en El Chaparral.
Aunque el expresidente intentó borrar la huella de la cobranza de ese dinero, la Fiscalía asegura haber hallado la conexión con el ilícito. El esquema de Funes y Mecafé para hacer llegar a sus arcas personales los $3.5 millones incluyó la creación de empresas fantasma.
“Los bancos están pidiendo información hasta finales de enero de 2019. De lo contrario los bancos suspenderán el préstamo de fondos a Tyazhmash para El Chaparral y en este momento ya no se cuenta con suficientes recursos extra para un financiamiento adicional por recursos propios”, agrega la carta de los rusos a CEL, enviada el pasado 10 de enero desde Rusia.
La correspondencia confirma que Tyazhmash le envió, el 26 de diciembre de 2018 y el 3 de enero de 2019, otras dos cartas a la autónoma sobre esta situación, la cual ha sido calificada como “de urgencia” por el contratista, que firmó con CEL el 2 de diciembre de 2015.
Hay que recordar que esta empresa rusa ejecuta los trabajos de suministro y montaje de los equipos electromecánicos de El Chaparral, lo cual incluye la instalación de turbinas de 60 megavatios en la casa de máquinas del proyecto, a un monto de $ 62 millones , más la construcción de subestaciones y la interconexión con la presa 15 de Septiembre, entre otros trabajos.
“La urgencia es únicamente para poder tomar medidas y decisiones preventivas antes de que pueda surgir una situación crítica que afectará negativamente en la ejecución del proyecto y que pondrá a ambas partes en una situación difícil de resolver”, puntualiza la carta.
Según la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP), el Estado no tiene relación con los bancos e instituciones financieras con las que trabaja el contratista y que, en casos como estos, donde son proyectos de gran inversión, se puede dar hasta un 30 % de anticipo del monto contratado para que se ejecuten los trabajos sin inconvenientes financieros.
La misma ley también dice que en casos donde el contratista se atrasa en los plazos de deben de poner multas y hace efectivas las fianzas.
INFOGRAFÍA: Así se benefició Michy con parte del millonario soborno para Funes por El Chaparral
Fiscalía dice que Guzmán recibió $1.1 millones del soborno de Astaldi, vía firmas fachada. En otro proceso, la Fiscalía la acusa de haber despilfarrado $499,205 del dinero estatal.
Además, en casos como este, si se justifica el atraso, aplica la prórroga del contrato pero no el aumento de costos, por lo que CEL estaría inhibida por la LACAP a entregar más dinero a Tyazhmash.
En diciembre de 2015, cuando CEL firmó el contrato con esta empresa rusa, Trifonov explicó que las turbinas que iban a instalar se construirían con las especificaciones de diseño que dejó la firma italiana Astaldi en El Chaparral y que se entregarían los trabajos en dos años, plazo que no se logró cumplir.
“Es un equipo de última tecnología; se han hecho pruebas del modelo de turbinas que instalaremos y todas dan buenos resultados; en menos de dos años esperamos suministrar todos los equipos”, explicó el ejecutivo ruso en esa oportunidad.
Se llamó a las oficinas de Tyazhmash, ubicadas en San Salvador, para tener una versión sobre esta carta pero no respondieron al número de teléfono que aparece en el contrato que firmaron con CEL.
López confirmó, ese mismo día, que el contrato con Tyazhmash es de casi $ 62 millones y que una parte de este costo fue pagada a Astaldi en 2009, cuando se firmó el contrato por $ 219 millones para iniciar con la construcción de la presa.
“Si nosotros descartábamos por completo la actual casa de máquinas el costo se nos iba a incrementar en casi $ 100 millones e íbamos a tener más retrasos en el cronograma, por eso era clave apostarle a esta empresa porque permitirá instalar turbinas de alta tecnología”, aseguró López hace más de dos años.
CEL ha reiterado, en campañas publicitarias y en sus redes sociales, que El Chaparral tiene un 70 % de avance pero en el portal de trasparencia de la institución no hay ningún informe sobre el estado de la construcción de todas estas obras importantes ni un detalle de como avanza la ejecución de la represa, montaje de tuberías, armado de estructuras complementarias y desarrollo de obras sociales.
Además mantiene un litigio civil con Astaldi por la propiedad de grúas y otros equipos que siguen en el sitio del proyecto desde mediados de 2012, luego de que se firmara el Arreglo Directo entre CEL y los italianos, un tema que ya esta en los tribunales de justicia.
Una historia de mucho dinero
La presa hidroeléctrica El Chaparral costará, finalmente, $ 376 millones de dólares, casi el doble de lo que originalmente estaba programado ($219 millones) cuando se inició la obra hace diez años.
La Fiscalía hizo público un esquema trazado por el expresidente Funes y Miguel Menéndez para hacer llegar a sus arcas personales $3.5 millones provenientes del arreglo directo con la empresa italiana Astaldi. Así es como la investigación fiscal dice que se repartió el dinero.
Según datos oficiales de la CEL, el 99.8 % ($ 375.6 millones) se pagará con dinero que proviene de dos préstamos con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el resto ($ 687,169.87) será financiado con fondos propios de la autónoma.
Los datos en la página web del BCIE incluso elevan este costo a $ 464 millones pues detalla que el último préstamo suma $ 301 millones, divididos en tres tramos desde el 25 de junio de 2014 y hasta el 25 de julio de 2017.
Esta megaobra pública, CEL ha proyectado terminarla en mayo de este año, aunque su puesta en funcionamiento se proyecta a diciembre.