FUSAL celebra 35 años de fomentar mejoras de la salud, educación y desarrollo en El Salvador

Esta fundación sin fines de lucro ha distribuido, desde su fundación, cerca de $1,000 millones en donaciones de insumos, equipo médico, alimentos, vestuarios, entre otros

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La Fundación Salvadoreña para la Salud y Desarrollo Humano (FUSAL) celebró su 35 aniversario de trabajar por la salud y educación de población salvadoreña en situación vulnerable. Uno de sus programas pioneros es del de atención a la primera infancia. FOTO EDH / Cortesía

Por Susana Joma

2021-10-06 6:42:57

La Fundación Salvadoreña para la Salud y Desarrollo Humano (FUSAL) festejó este miércoles, con una ceremonia virtual, sus 35 años de fundación, tiempo durante el cual ha desarrollado de forma sostenida distintos programas destinados a favorecer el acceso a la salud y educación de la población en condición vulnerable.

FUSAL fue creada por el empresario, Don Luis Poma, en 1986, de la mano de empresarios solidarios residentes en Miami, en donde un año antes se había creado la organización hermana, Salvadorean American Humanitarian Foundation (SAHF).

El presidente de la junta directiva de FUSAL, Ricardo Poma, sostuvo que esta organización sin fines de lucro ha distribuido, desde su creación a la fecha, cerca de $1,000 millones en donaciones de insumos y equipo médico, alimento, vestuario y otros artículos de primera necesidad, esto con apoyo de la SAHF y en favor de comunidades de escasos recursos.

“Este aporte ha contribuido a mejorar la operación de más de 50 centros nacionales de salud de primer nivel, segundo y tercer nivel, así como numerosas organizaciones sociales que atienden a las familias con más necesidades en nuestro país”, afirmó el presidente de la junta directiva. 

FUSAL: 35 años de compromiso con impacto

Durante el evento participó el vicepresidente de FUSAL, Alejandro Poma, un representante de SAHF y de organizaciones con las que ha trabajado para llevar beneficios a los salvadoreños, entre ellas Food for the Poor, Fraternidad Misionera ONUVA, así como trabajadores, voluntarios y beneficiarios.

Según un comunicado de prensa, fueron alrededor de 100 personas las que estuvieron conectadas al evento en línea, durante el cual también se transmitió un video con historia y testimonios de la huella de Fundación.

Don Ricardo Poma externó que  desde el inicio de FUSAL, ocurrido en medio del conflicto armado y del terremoto que afectó la capital, apoya al país en los momentos de catástrofes y emergencias, como actualmente ocurre con la pandemia.

“En el último año y medio, la pandemia por covid-19 nos retó a diseñar una estrategia aún más eficiente e innovadora para atender los efectos negativos derivados de esa emergencia sanitaria. Decidimos crear en 2020 el Fondo de la Solidaridad. Recibimos el apoyo de más de 30 aliados entre organizaciones y personas cuya generación alimentó la esperanza de nuestro país en los momentos de mayor incertidumbre y dolor que hemos experimentado en la historia reciente”, comentó .

Según indicó, a través el Fondo lograron recaudar $2.2 millones para la compra de más de 30,000 pruebas de detección del coronavirus y más de 73,000 kit para el personal de salud en primera línea, a lo cual suma que facilitaron la asesoría técnica a las autoridades nacionales para agilizar la contención de casos.

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Entre los programas a través de los cuales FUSAL apoya a la población de escasos recursos están: Primera Infancia, con el cual se convirtieron en pioneros en promover la atención oportuna a niños en los primeros 1,000 días de vida; en 2001 crearon la Residencial Libertad en el municipio de Tonacatepeque, un complejo habitacional que incluye 2000 viviendas, un centro educativo, clínica y un complejo deportivo; además, el Programa Horizontes en ocho comunidades de Puerto El Triunfo, Jiquilisco y Ozatlán, en el departamento de Usulután.

“Para mejorar de manera sostenible el presente y futuro de los salvadoreños menos favorecidos estamos convencidos de que además de tener acceso a la salud, las personas necesitan más y mejores oportunidades de Educación. (Así) desde nuestros inicios hemos apoyado importantes iniciativas, privadas y públicas, que han beneficiado a más de 43,000 estudiantes y más de 10,000 docentes”, expuso el presidente de la FUSAL.

Otro de sus programas educativos es Pro Futuro, que está enfocado en mejorar las competencias digitales de estudiantes y docentes a nivel nacional.

Mark Khouri, vicepresidente de Food for the Poor, una organización que ha donado más de $88 millones a FUSAL, resaltó la trayectoria y la alianza estratégica que mantienen, así como la experiencia que la fundación tiene en cuanto lograr un impacto social.

Durante la ceremonia se conocieron los testimonios de salvadoreños cuya vida ha sido afectada de manera positiva por esta organización, tal es el caso de María Mirna Flores, una voluntaria comunitaria quien ha experimentado un desarrollo personal, al tiempo que ha trabajado asistiendo a los niños de su comunidad, ubicada en Tamanique, La Libertad. 

El presidente de FUSAL, Ricardo Poma, resaltó la importancia de que hoy en día todos los sectores se unan de forma solidaria para el bienestar real de la población. 

Para el vicepresidente de la FUSAL, Alejandro Poma, además de resaltar la alegría de celebrar los 35 años de trabajo y compromiso con impacto en las comunidades muy vulnerables, agradeció a todos los que les han acompañado desde diferentes canchas, con donaciones, alianzas, asesoría, voluntario, como socios distribuidores de ayuda humanitaria o beneficiario.

La doctora Carolina Rovira, de la Fundación para la Educación Superior (FES) y decana de la carrera de Economía y Negocios de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), manifestó que FUSAL es un aliado en la implementación de proyectos de calidad educativa.

Rovira precisó que han soñado y trabajado juntos para alcanzarlos, por ejemplo en relación a que en las escuelas que intervinieran todos los infantes lograran leer y escribir antes de llegar a tercer grado, sin importar su realidad socioeconómica.

“Esto dirán ustedes no debería de ser un sueño, pero lo es en un país en donde según el Banco Mundial el 55 % de los niños de 10 años no leen o comprenden un texto corto, o 4 de cada 10  niños en tercer grado (…) se encuentran en riesgo académico alto por su baja fluidez lectora…”, indicó la economista.

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