Gritos de niños encerrados alertaron a vecinos, pero religioso se negaba a salir "hasta tener una respuesta de lo alto"

El llanto de los siete niños alertó a los vecinos sobre la supuesta privación de libertad de parte de los tres líderes religiosos que fueron detenidos.

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Por María Navidad

2021-08-28 1:20:44

Un día y tres horas pasaron encerrados sin agua y alimentos 27 feligreses que rezaban para que cese la pandemia por COVID-19 dentro de una vivienda, ubicada en la comunidad El Alto del cantón La Montaña, en Potonico, Chalatenango.

Según el informe de la Policía, en la casa se encontraban 20 adultos y siete niños, quienes eran forzados a realizar el ayuno. Los fuertes gritos de los menores que pedían salir de la vivienda alertaron a los vecinos que algo no andaba bien en el “culto”, y denunciaron el hecho a las autoridades policiales.

“Gracias a la respuesta oportuna de nuestros equipos STO ante denuncia ciudadana, se logró rescatar en Chalatenango, a 27 personas, entre estas siete menores de edad, quienes estuvieron encerrados en una casa durante 27 horas”, informó la Policía.

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Con sirenas encendidas llegaron dos patrullas al lugar y les pidieron que abrieran las puertas para dejar salir a los niños que lloraban desesperados por el encierro, pero los líderes religiosos se negaron a las órdenes de la Policía. Uno de ellos comentó que “no saldrían hasta obtener una respuesta de lo alto”, ya que se habían reunido para pedir que cesara la pandemia, dijo una fuente policial.

Ante la negativa de los líderes y feligreses, quienes en su mayoría estaban por voluntad propia, los agentes hicieron uso de la fuerza y botaron la puerta.

“Referente a este hecho, se detuvo a tres religiosos, quienes pretendían mantener a estas personas en encierro por 72 horas, sin alimento, esto como parte de una penitencia que debían cumplir apegados a su creencia religiosa”, añadió la corporación policial.

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Los detenidos fueron identificados por las autoridades policiales como: Heriberto Tobar, Joaquín Sibrián y Juan Carlos Méndez, quienes al ser consultados a qué iglesia pertenecían, se limitaron a decir que eran religiosos católicos.

La reunión que se realizó en la vivienda de uno de los detenidos inició a eso de las 3:00 de la madrugada del 27 de agosto y pretendían mantener a los feligreses por tres días o hasta que recibieran una respuesta a sus peticiones.

Los tres detenidos fueron presentados ante las autoridades correspondientes para enfrentar cargos por el delito de privación de libertad.

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