Alumnos de diferentes centros educativos participaron en la siembra de alrededor de 14,500 plantines o candelillas de mangle en los esteros de la playa El Tamarindo, Conchagua, La Unión.
Previo a la jornada de la siembra, trabajaron tres días en la recolección de las candelillas para ello lo hicieron durante la marea seca para poder ingresar al pantano.
Podría interesarle: Mujeres del manglar, el esfuerzo por sobrevivir en San Luis La Herradura
La jornada ambientalista es apoyada por la Fundación Flores, en coordinación con el personal del Destacamento Naval El Tamarindo, y los policías de la localidad.
De acuerdo con los representantes de la fundación, la meta para este año es la siembra de 100,000 plantines de variedad de mangles en las zonas más afectadas por la tala que se práctica en el área.
El proyecto de la reforestación de los esteros es una iniciativa del Complejo Educativo cantón El Tamarindo, que viene desarrollando desde hace 14 años con sus estudiantes como parte de las prácticas de la asignatura de Ciencias Naturales, unidad 12.
Para este año la fundación Flores apoyó con la logística en el traslado de los estudiantes en las lanchas hacia los esteros, además de involucrar a otras escuelas del área geográfica.
Ángel Preza, presidente de Fundación Flores, dijo que la campaña de reforestación es una idea del complejo de El Tamarindo, pero que en esta ocasión trataron de unir a otras escuelas de El Jagüey, y Maculis en las tres jornadas de reforestación del mangle que se desarrollarán.
“Nos hemos puesto una meta de sembrar 100 mil plántulas con los estudiantes, ésta es la primera del año, las otras jornadas se harán en julio y agosto; con eso queremos cubrir las áreas que están completamente taladas y que se están perdiendo la producción de las conchas como curiles, cascos y los punches”, agregó Preza.
Heidi Marisol Henríquez, docente de Ciencias Naturales en la escuela de El Tamarindo; es la que por años incentiva a sus alumnos a poner en prácticas todo lo que se aprende en las aulas, que se debe proteger los manglares porque ayudan a purificar el aire, es fuente de vida para la reproducción de miles de larvas de moluscos, camarones y peces.
El complejo educativo El Tamarindo, en estos 14 años de trabajar en la reforestación de sus manglares, ha cubierto los costos económicos del uso de lanchas, combustible, y el refrigerio para los estudiantes que participan en las jornadas que son de cuatro a 5 horas.
“En cada siembra que se hace como escuela hemos forestado 15 mil candelillas con eso mantenemos la conservación de los bosques salados porque la importancia radica en que sirven como barreras naturales para detener las marejadas, los vientos huracanados, a la conservación de los recursos para la pesca artesanal”, agregó la docente.
Mayra Gómez, alumna de bachillerato del complejo educativo El Tamarindo, dice que su escuela es la primera en tener el proyecto ambiental, “nuestra docente nos recalca la importancia de la conservación de los manglares porque son un vivero para las especies marinas, purifica el carbono y nos da oxígeno”, agregó.