Un convicto que cumplía una condena de 15 años de prisión por intento de homicidio agravado murió este domingo por la tarde al lanzarse de una torre de siete metros de altura en el sector dos del centro penal La Esperanza, conocido como Mariona, informaron las autoridades de Centros Penales.
El reo fue identificado como Berlyn Javier Hércules, de 29 años, quien era oriundo de Honduras y tenía un cuadro clínico de esquizofrenia, según el informe oficial.
Las autoridades penitenciarias explicaron que Hércules se subió hasta la punta de la torre y de inmediato se lanzó al vacío. Murió al instante.
Aseguraron que avisaron del incidente a la Fiscalía General y a la Policía para que lleguen a realizar la inspección que regula la ley e investigar las circunstancias en las que el recluso decidió lanzarse desde la torre.
Actualmente la población penitenciaria en fase ordinaria de El Salvador es de 27,000 personas alojados en 19 cárceles, lo que refleja entre un 120 y 125 por ciento de hacinamiento. De esta población, 11,000 aún no conocen su condena, son procesados, según datos de la coordinadora de la Defensoría Penal de la Procuraduría General de la República, Rocío López.
Tener en prisión a esa cantidad de personas le cuesta al Estado y a todos los salvadoreños 22 millones anuales en alimentación, a razón de 3 dólares por los tres tiempos de comida que consume cada reo.
El sistema penitenciario cuenta con un total de 2,840 brazaletes electrónicos por un valor de 4.7 millones de dólares.